Gonzalo Galdós es el artífice de la cadena de escuelas Futura Schools. Y, como tal, su sueño es, según dice, que los niños desfavorecidos económicamente accedan a una educación de calidad. “Esa es mi vocación”, asegura. El ejecutivo arequipeño se confiesa además un apasionado del tenis y del básquet y, por lo tanto, un irremediable seguidor de Roger Federer y de Michael Jordan.
¿Cómo surge su determinación por volcarse al sector educativo?
Casi en mis inicios me enfoqué en la industria del acero y metalmecánica hasta que postulé a un programa del MIT. Me seleccionaron y así me di cuenta de que lo mío era la educación.
¿A qué conclusión llegó?
Descubrí que era mucho más poderoso ayudar a las personas a desarrollar su pleno potencial que trabajar con materiales como el acero.
¿Cómo se definiría como jefe?
Me considero un jugador de equipo. Siempre he creído que los equipos de alto desempeño son aquellos que están conformados por personas capaces de hacer cosas extraordinarias justamente porque tienen esa conciencia de que juntos lo son todo y aisladamente son nada.
¿Cuáles serían las cualidades de un buen jugador de equipo?
A mí me gusta empoderar a las personas, brindarles confianza, ser un facilitador de recursos, un orientador estratégico, me preocupa mirar más allá del horizonte usual.
¿Qué valora de su equipo?
Los deseos de superación, la voluntad para aprender. Me motiva cuando veo a alguien ansioso por mejorar, pero también hay personas talentosas que se confían y dejan de esforzarse. Y lo he visto hasta en tenis competitivo.
¿Suele practicar tenis para desconectarse de la rutina laboral?
Sí. Jugué desde los 11 hasta los 17. Lo dejé cuando pese a haber ganado dos campeonatos nacionales no pude acceder a la beca que en ese entonces ofrecía la Federación, de cierta forma me vi discriminado por ser provinciano, mi frustración fue grande.
¿Entonces qué hizo?
Me volqué al básquet hasta los 34. Fui capitán del equipo de Arequipa y me retiré ganando un campeonato nacional. Ahora he vuelto al tenis. Por salud y porque me gusta exigirme, siento que me desconecta, me libera del estrés.
¿Hincha de algún deportista?
Roger Federer. También tengo un hijo que es tenista profesional (risas).Y creo que, con Michael Jordan, el básquet cambió a su llegada.
¿Qué disfruta además de hacer deporte?
Me gusta el cine, me hubiese gustado ser director, soy muy detallista cuando observo las películas. El cine es una experiencia y para mí el diseño de experiencias es fundamental en servicios.
¿Cree que hay una relación?
Sí claro, el cine distrae pero educa, y a veces una imagen es más poderosa que un discurso. Los educadores tenemos que aprender más de tecnología, redes y multimedia.
¿Aún hay padres que creen en las “profesiones de prestigio”?
Sí, hay padres que no reaccionan igual si su hijo les dice que quiere ser médico que si músico. Hay una preocupación de que el hijo no pueda vivir de lo que ha estudiado, pero prefiero un buen músico que un mal médico (risas).
¿Siempre retorna a Arequipa?
Nunca me desarraigué, siento que es una ciudad pujante que ha sido tremendamente beligerante con el sistema, ha destacado en muchas cosas, pero que al mismo tiempo nuestros modelos mentales han hecho que nos estanquemos. Me gusta motivar a mis compatriotas para que vean el mundo de forma mucho más abierta (risas).
¿El regionalismo se mantiene?
Sí, somos regionalistas. Estamos orgullosos de nuestra identidad, pero nunca la hemos puesto en conflicto con nuestra nacionalidad; somos muy peruanos, aunque parezca que somos más arequipeños (risas).