El glaucoma es una enfermedad del nervio óptico que puede pasar inadvertida al inicio pero que en Perú afecta a alrededor del 2% de las personas mayores de 40 años y en el mundo es la segunda causa de ceguera irreversible, reportó hoy la cadena de clínicas Sanna.
A nivel mundial se celebra hoy el Día del Glaucoma y, aunque no hay forma de prevenir esta enfermedad, sí se puede detectar a tiempo y controlar, más aun considerando que el número de pacientes con sospecha de glaucoma, sobrepasa el número de pacientes a los que ya se les detectó.
La única forma de diagnosticarlo es mediante examen oftalmológico completo, ya que el aumento de la presión intraocular incrementa el riesgo.
“Cuando el glaucoma se detecta precozmente el objetivo del tratamiento es evitar el daño del nervio óptico, la pérdida progresiva del campo visual y por lo tanto prevenir la ceguera”, explicó Adriana Hinostroza, oftalmóloga de Sanna Clínica San Borja.
Identifica
Indicó que las personas que tienen un mayor factor de riesgo de glaucoma son aquellas mayores de 40 años, que muestren presión intraocular elevada, con familiares diagnosticados con la enfermedad y que son de raza negra.
Además, las personas deben estar alertas ante síntomas como visión borrosa, dolor ocular intenso, cefalea, halos de arco iris alrededor de las luces, náuseas y vómitos, ya que se presentan cuando la presión del ojo se eleva rápidamente.
Dichos síntomas son ocasionados por el glaucoma agudo que, aunque siendo el menos frecuente, es el que mayores secuelas ocasionan y se puede prevenir con laserterapia oportuna.
“El glaucoma crónico de ángulo abierto, que es el más frecuente en la población peruana, no se puede prevenir. Sin embargo, la detección temprana y el tratamiento oportuno por el oftalmólogo son las claves para prevenir la progresión del daño del daño del nervio óptico, ya que si el nervio óptico se destruye completamente se produce la ceguera”, señaló.
Tratamiento**
Ante la sospecha de glaucoma, la especialista consideró imprescindible pasar por un control periódico y preventivo con el oftalmólogo.
“Si la persona reconoce que cuenta con algunos factores de riesgo debe acudir a una consulta con el especialista y a partir de los 40 años acudir a consulta oftalmológica una vez al año”, añadió.
El tratamiento busca prevenir o retardar la ocurrencia del daño del nervio óptico con antiglaucomatosos (en forma de gotas), pero si el glaucoma no se logra controlar se procede con cirugía (láser y/o incisional).
“El paciente no debe cambiar su medicación sin consultar primero con su oftalmólogo. Los exámenes y pruebas oculares son necesarios para evaluar la evolución de la enfermedad. Prevenga, acuda a un especialista, su salud está en sus manos”, finalizó Hinostroza.