El juez español Pablo Ruz deberá decidir si envía a juicio al Barcelona y a su expresidente Sandro Rosell por las supuestas irregularidades fiscales cometidas en el fichaje de su estrella brasileña, Neymar, como ha pedido la fiscalía.
José Perals Calleja, fiscal de la Audiencia Nacional y principal instancia penal española, considera que hay indicios de que el fichaje del astro brasileño costó más de los US$75 millones declarados públicamente, según su escrito enviado al juez.
Además, pide que se investigue al actual presidente del Barcelona, Josep María Bartomeu, como imputado por un presunto delito fiscal en el ejercicio del año 2014 que podría ascender a US$ 3,755 millones.
La petición del fiscal llega apenas unas semanas después de que Bartomeu decidiera adelantar las elecciones a la presidencia azulgrana.
La fiscalía considera que en total “el coste de adquisición del jugador se estima en US$ 82.7 millones”, divididos en distintos contratos que sirvieron para su fichaje, pero se ocultaron con otros conceptos.
Debido a ello, el Barcelona dejó sin pagar como impuestos un total de US$16.03 millones. El cuadro detalla las cantidades pagadas por el fichaje y las que el club dejó sin pagar como impuestos, según la Hacienda Pública.
El fiscal insiste en que Rosell ocultó las cifras reales del fichaje y que también “ideó la operación de tal manera que el Barcelona no tributara a la Hacienda Pública las remuneraciones” derivadas de esos contratos, pese a que el club fue advertido por una empresa auditora “del riesgo que suponía el tratamiento fiscal de la operación”.
Por ello, el fiscal pide juzgar a Rosell por un delito societario y dos contra la Hacienda Pública, así como al Barcelona, como persona jurídica, por esos dos delitos fiscales.