(Bloomberg).- El Mercedes AMG GT es una furiosa criatura marina de automóvil, sin duda más elegante y deportivo que cualquier otro móvil de carretera que Mercedes-Benz, con sede en Stuttgart, haya producido en su larga historia.

Se lo promociona como “el próximo gran automóvil deportivo”, pero con suerte se podrá detectar una de estas llamativas bestias en la naturaleza.

En sus primeros seis meses en el mercado, el vehículo cosechó poco menos de 900 clientes en los EE.UU. Mientras tanto, el Porsche 911, el modelo con el que AMG GT supuestamente iba a competir más de cerca, reunió más de 5,000 compradores en ese período. Los derechos del automóvil deportivo de fanfarronear en Stuttgart no han influido ni un poco.

“En general, no hacemos comentarios sobre los competidores”, dijo el portavoz de Porsche, David Burkhalter.“El AMG es un muy buen vehículo, pero las ventas del 911 han sido bastante firmes”. Mercedes no accedió aresponder preguntas.

Obviamente, el volumen no es tan importante cuando se trata de autos deportivos de seis cifras. Aun así, el resultado es incongruente con el nivel de ruido que la maquinaria de marketing de Mercedes generó sobre este vehículo. Presentó un fastuoso comercial en el Super Bowl y luego un anuncio de televisión con un eslogan no tan sutil en relación a Porsche: “El auto que soñaste cuando eras niño acaba de ser superado”.

La máquina en sí es fantástica. Es un vehículo atractivo de aluminio, con una cabina de avión de combate ubicada detrás de un largo y bajo capó. En sus entrañas, el AMG GT tiene un motor V8 construido a mano que tiene 503 caballos de fuerza. La revista Motor Trend recientemente lo nombró “Best Driver’s Car” en una categoría que incluyó al codiciado Porsche.

El automóvil tiene sus críticos. Algunos sostienen que es demasiado grande para ser un auto deportivo ágil. Pero los fanáticos de la gasolina no deben darle demasiada importancia a la poca cantidad de AMG GT que ven en las carreteras. Por un lado, un Porsche 911 básico se puede conseguir por US$ 89,400, aproximadamente US$ 40,500 menos que el elegante Merc. Y las cifras de ventas no siempre se traducen en ganancias.

Es posible que, pese a toda la publicidad dirigida a Porsche, Mercedes quiera mantener a su auto más deportivo como un vehículo mucho más exclusivo, aprovechando la impresión de escasez para hacer que el vehículo parezca mucho más especial. Aun así, los anuncios en el Super Bowl no son baratos.
El vehículo, sin embargo, ha provocado un giro interesante en el mercado. A pesar de todas las comparaciones directas de las revistas de automóviles, el AMG GT no parece cubrir el mismo terreno que el 911.

Los ejecutivos que dirigen la empresa probablemente estén encantados con esto. La investigación, la ingeniería y el trabajo que se destina a un auto deportivo de seis cifras no producen una gran ecuación económica, a menos que el vehículo pueda atraer compradores para los modelos más baratos de la línea. Eso es exactamente lo que hace el atrevido Merc.

“Es un resultado muy bueno para un auto halo”, dijo Aaron Lewis, portavoz sénior de Edmunds.com.

Entonces, ¿es el AMG GT tan bueno como el 911? ¿Es mejor? A Mercedes en este momento realmente no le importa.