Sandra Vargas Gutiérrez
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De los premios Óscar se puede decir mucho: que son comerciales y hasta que algunas elecciones responden a favoritismos. Estas y otras teorías pueden debatirse, mas no sus consecuencias económicas. Y es que la Academia es la gran puerta de ingreso a sueldos exorbitantes: los artistas galardonados pueden ganar hasta 20% más tras recibir una estatuilla, mientras las cintas nominadas recaudan un 18% más en taquilla.
Para ingresar a la lista de los premios Óscar se toman en cuenta varios criterios, donde, según algunos expertos, el Festival de Cannes puede ser determinante, pues varias de las películas proyectadas en este evento se trasladan a la lista de nominados de la Academia.
Por ejemplo, cuatro cintas que participaron en el Festival de Cannes 2015 sobrevivieron al tirón del tiempo durante casi nueve meses y estuvieron en el Óscar 2016, que se llevó a cabo en febrero: “Amy”, ganadora de la categoría Mejor Documental; “Del revés”, Mejor Película de Animación; “El hijo de Saúl”, Mejor Película Extranjera; y “Mad Max”, que recibió seis estatuillas.
“Cannes es sinónimo de glamour, pero también de arte, sensibilidad y es un punto de referencia mundial. Este festival abre posibilidades, especialmente a los directores. Es el punto de inicio de lo que pueden llegar a ganar a lo largo del año, cuyo circuito puede cerrar en el Óscar”, explica Raúl Ortíz, crítico cinematográfico.
Las privilegiadas
Las cintas de Cannes que suelen tener mayor proyección de participar en una ceremonia del Óscar son aquellas de habla no inglesa. Uno de los casos más representativos es el del filme colombiano “El abrazo de la serpiente” y el francés “Mustang”, que participaron en los Cannes del 2015 y después fueron nominadas al Óscar de este año en la categoría Mejor Película Extranjera.
Otro caso excepcional fue el de la película francesa “El artista”, estrenada el 15 de mayo del 2011 en el Festival de Cannes y ganadora al premio Mejor Actor para Jean Dujardin, mientras que en el Óscar del 2012 repitió esta premiación junto a otras cuatro más, incluyendo Mejor Película.
“Si alguna de las cintas de habla no inglesa recibe un premio en los Cannes, es muy probable que esté entre las nominadas a los premios de la Academia. Se han visto varios casos”, agrega.
Contextualización
“Yo, Daniel Blake” fue la ganadora de la Palma de Oro de la última edición del Festival de Cannes. La cinta, dirigida por el británico Ken Loach (este es su segundo galardón), retrató la historia de un viudo de avanzada edad que, después de un ataque al corazón, no puede trabajar ni obtener prestaciones en Inglaterra, su país natal. Así, Loach criticó duramente la justicia social de su país.
“Los festivales, a diferencia del Óscar, tienen una oferta de películas que no suele llegar a circuitos comerciales, que rompen esquemas y que analizan el contexto social, político o económico”, comenta Ortíz.
Hoy, un 80% de las películas transmitidas en las salas de cine proviene de Hollywood, mientras el porcentaje restante pertenece a cine independiente.