En su último viaje a Chile, Mario Siperman eligió un par de vinilos nuevos para su extensa colección. Los elegidos fueron el Kind of Blue, de Miles Davis, y Animals, de Pink Floyd.
Con la experiencia de sus años y de ser miembro fundador de Los Fabulosos Cadillacs, prefiere apelar al espíritu de la música y su década correspondiente.
“No soy de esos puristas que dicen que el audio digital es una porquería, pero compro en vinilo los discos que fueron grabados para el vinilo”, reveló Siperman a Gestión.pe.
La industria musical es un monstruo cambiante, y Los Fabulosos Cadillacs han vivido la evolución de vinilo a cassette a CD a Spotify en sus más de 35 años como banda.
“Los discos de los 90 o 2000 fueron pensados para el audio digital, y prefiero escucharlos en el CD”, subrayó.
Vasos vacíos
No trata solo del longplay o el emepetrés; en menos de 50 años el negocio de la música es completamente diferente, y si bien los artistas la siguen viendo verde de cuando en vez, al menos el panorama luce un poco más justo.
“En los años 80 quien ganaba mucho era la industria, no el artista. Al músico le correspondía, máximo, el 10% del valor del CD, de los discos que vendía”, describió.
Y esta fue la suerte de LFC. Repartir entre nueve personas un botín casi extinto, tocar en lugares pequeños y volverse presa del buitre discográfico.
“A los seis años de estar tocando juntos llegó la crisis económica a Argentina. Cuando sacamos el Volumen 5 era muy difícil tocar. Había pocos lugares, se vendía poco”, reflexionó.
Vivieron ajustados durante un tiempo. “Comíamos solo arroz y fideos”, recordó Siperman. Pero también le encuentra el lado amable: la inspiración.
“Lo que hacíamos nos gustaba a todos y nos llenaba el alma, aunque en esos momentos no nos llenara ni los bolsillos ni la panza”, observó.
Matador digital
La tecnología, con su YouTube y Spotify, democratizó un poco la partida e inclinó la cancha hacia el lado del músico.
“No recibes mucho dinero de Spotify, pero la difusión por redes sociales es bastante más grande”, señaló.
El tecladista explicó que si bien hoy no se gana mucho con estas plataformas, el gancho está en que sirven como un trampolín para exponer sus canciones.
“No cobras mucho, pero puedes tocar en lugares más amplios. Hoy uno puede ganar más por conciertos en vivo; la industria ha quedado más chica. Es un poco más justo”, apuntó.
Agenda
Precisamente la cultura de conciertos ha derivado en festivales, y algunos de estos tuvieron el buen tino de internacionalizarse.
Los Fabulosos Cadillacs integran el lineup del Cosquín Rock, el próximo 14 de octubre en Chorrillos, y la idea es democratizar tanto el rock, como la música, y un pedazo de la cultura argentina.
“No sé si es un festival más under, pero sí más rockero. Acá en la Argentina van todos los grupos conocidos y mucha cantidad de banda under. Dura muchas horas”, señaló Siperman.