Detrás del maquillaje. Con más de 2.000 actuaciones y talleres en casi 100 países, el francés Laurent Decol es uno de los máximos exponentes del mimodrama, una expresión artística en donde la gestualidad y la mímica son las únicas herramientas del actor.
“El mimo es quizá aún más universal y supra cultural que la música”, nos cuenta Decol, quien no obstante tiene una visión poco optimista con respecto a la pureza de este arte dramático. “Es raro hoy en día encontrar verdaderos espectáculos de mimo porque se ha diluido entre la danza y la acrobacia”, aclara en conversación con Gestión.
Decol revela que para tener listo un show es preciso observar, examinar, escudriñar, descomponer y desestructurar el mundo para verlo de otra manera y hacer visible lo invisible.
Según narra, es todo un reto vivir solamente a través de este arte. “Al igual que la pintura, uno debe saber cómo diversificarse”.