Red Iberoamericana de Prensa Económica (RIPE)
Expansión de España
Imagínese juntar a los 23 mayores expertos en cualquier actividad de un país y ponerles a trabajar juntos durante un mes. Ahora, añádale que tendrán que competir con otros 31 equipos de todo el mundo. Y, a diferencia de lo que sucede en el mundo corporativo, aquí solo pueda ganar uno. Si traslada esa situación al fútbol, eso es una Copa del Mundo.
Gestionar tanto talento, sin la posibilidad de hacer un trabajo con los jugadores a largo plazo, con un enorme nivel de exigencia y con la presión de tener los ojos de todo un país sobre la espalda es el trabajo de los seleccionadores, los consejeros delegados del fútbol durante el próximo mes. ¿Cómo lograr el éxito con esos condicionantes? “Al igual que ocurre en las empresas, cada selección necesita un perfil diferente de líder en función de los objetivos, la situación y el grupo que tiene a su disposición.
Lo que les une a todos es que deben trabajar los estados de ánimo y el hambre por ganar, tienen que sentir pasión por lo que hacen para ser capaces de motivar a su gente y, todo ello, combinarlo con ser metódicos, pero a la vez flexibles para adaptarse a las necesidades de cada momento”, afirma Santiago Álvarez de Mon, profesor de IESE.
“Las personas equilibradas con ciertas chispas de pasión son buenas en todas las áreas laborales. Tienen que ser capaces de poner al grupo por encima de las individualidades y de dar poder a su gente para que tomen decisiones y las ejecuten en el momento adecuado”, añade Ceferí Soler, profesor de Esade.
Y es que, como dice Margarita Mayo, profesora de IE Business School, “por la estrategia, por la gestión de la plantilla, por la presión que tienen o por los diferentes perfiles que puedes encontrar, la metáfora del fútbol es muy buena para explicar cómo se lideran equipos”.
Vicente del Bosque (España): el líder templado y humilde
“Lo más característico de Del Bosque es su humildad. Cede el protagonismo a sus jugadores y les hace brillar sacando lo mejor de cada uno. Además, tiene algo muy importante cuando se trabaja con gente de tanto nivel, que es favorecer una convivencia sana”, opina Santiago Álvarez de Mon.
Louis Van Gaal (Holanda): un entrenador con carácter
El profesor de IESE ve a Van Gaal muy diferente: “Tiene más carácter, es más metódico y prima más la disciplina, pero puede tener el problema de ser a veces rígido”. Margarita Mayo considera que este tipo de líderes “pueden producir resultados a corto plazo, pero a la larga desgastan mucho”.
Luiz Felipe Scolari (Brasil): estrategia, orden y motivación
“Es un gran motivador que busca influir en las personas que trabajan con él. Además, tiene el reto de gestionar la enorme presión que hay sobre su equipo”, sostiene Ceferí Soler, que destaca otra de las características de este líder: “Prima el orden, el equipo y la estrategia sobre la creatividad y el individuo”.
Cesare Prandelli (Italia): punto y aparte con el pasado
Prandelli está cambiando el estilo de Italia, del tradicional ‘Catenaccio’ a un juego de toque. “Cambiar la cultura corporativa, en este caso el estilo, es muy complicado en una organización, aunque en este caso tiene algo a su favor y es que Italia lleva un tiempo sin resultados”, dice Santiago Álvarez de Mon.
Alejandro Sabella (Argentina): individualidades, pero poco equipo
“Su problema es que su plantilla no está equilibrada. Tiene a los mejores en un plano (la delantera), pero el resto no está al mismo nivel. Además, su líder, Leo Messi, no ha tenido su mejor año. Será clave cómo influye en él y cómo potencia lo bueno para ocultar sus debilidades”, afirma Ceferí Soler.
Didier Deschamps (Francia): un ganador para la renovación
Francia aborda un cambio generacional con un veterano al frente. 2Elegir a una persona con experiencia y que sabe lo que es el éxito es un acierto. En los cambios, la plantilla se debe identificar con el líder, que además puede dar una visión de carrera a los jóvenes”, opina Margarita Mayo.