Alto costo para la salud. Eso es lo que ocasiona dormir a altas horas de la noche. Las personas que se mantienen despiertas mientras las demás duermen, tienen más probabilidades de desarrollar síndrome metabólico, diabetes y pérdida de la masa muscular, a comparación de quienes sí logran acostarse temprano.
Eso sucede incluso si los “búhos”, como se les conoce a quienes concilian el sueño tarde, duermen la misma cantidad de horas que las “alondras”, como se les dice a aquellas personas que se acuestan temprano.
A esa conclusión llegó un estudio coreano, según publico el Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, en un trabajo que analizó las diferencias clave que existen entre estos dos clases de personas.
El equipo de científicos que elaboró el estudio examinó, recoge el diario El Mercurio de Chile, los hábitos de sueño y el metabolismo de 1620 participantes, cuyas edades oscilan entre los 47 y 59 años.
Como refiere el doctor Nan Hee Kim, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Corea, los llamados “búhos” tienden a tener un sueño de menor calidad y desarrollar conductas que son dañinas para la salud, como comer a altas horas de la noche y llevar una vida más sedentaria.
Quienes se mantienen en actividad hasta tarde suelen levantarse igualmente tarde y, como eso ocasiona retrasos, no toman desayuno y comen en abundancia en la noche “y no hacen ejercicio porque a esa hora nadie lo hace”, dice por su parte Julia Santin, directora del Centro Médico del Sueño de la Red de Salud UC Christus.