Mauricio Páez es gerente general de la agencia Quorum, pese a no ser publicista. Es administrador de profesión y le gusta llamarse “empresario de la publicidad”.
Cuando daba sus pininos, trabajó en una exportadora de harina de pescado, hasta que un amigo suyo, cuya agencia de publicidad tenía problemas financieros, lo llamó.
“No quería trabajar en este rubro porque pensaba que no era lo mío, pero finalmente tomé la oportunidad. A los seis meses de trabajo me hicieron gerente y me quedé diez años más”, recuerda.
Con esta experiencia empezó en Quorum, donde sus conocimientos –apunta– se volvieron un plus en una agencia en la que la creatividad suele ser la estrella.
“Este también es un negocio con rentabilidad y, muchas veces, se pierde ello de vista. Las agencias han sido manejadas, en su mayoría, por creativos, gente muy talentosa que muchas veces no le da prioridad a los números, sino a otros puntos, a crecer, contratar y ganar premios”.
El gerente, además, explica que, desde su perspectiva, cuando una agencia pierde una cuenta debe ser cauteloso con su accionar y “ajustarse” a las circunstancias.
“Se debe crecer con la ola, sino se pierde dinero y remar en contra se vuelve muy difícil”.
Intereses extras
Si bien las labores de Páez se centran en la parte gerencial y administrativa, también participa en casi todo el resto del proceso. Su mayor preocupación es el ingreso de una cuenta, el estado en el que se encuentra y la negociación.
“Ello significa que las condiciones en las que está llegando el cliente te permitan manejarlo correctamente para tener rentabilidad. Yo no recibo cuentas para perder dinero”, recalca.
Sin embargo, el tema de la creatividad lo asigna al cien por ciento a los profesionales del tema: “Los creativos son la cara y los que reciben los premios. Yo me mantengo tras bambalinas”.
Y para que su equipo trabaje con eficiencia, Páez considera que las claves son el espacio y la libertad respetando las normas.
Otros detalles
Quorum proyecta crecer este año un 20%, de acuerdo a Mauricio Páez. Y para alcanzar este objetivo, asegura que es necesario mantenerse como una agencia balanceada. Es decir, ofrecerle a los clientes servicios a 360°, y no limitarse a una o dos áreas.
Opina, además, que un segundo punto vital en su crecimiento es la reinvención: “Uno debe saber moverse con las nuevas tendencias. Hay un montón de cosas para ir aprendiendo de ambos lados, por parte de la agencia y de la marca”.
En tanto, considera que la competencia es un punto a analizar continuamente de cerca, mientras los premios solo son una consecuencia del trabajo, mas nunca una prioridad en su agencia.
“Hay muchos creativos que están sentados en su escritorio pensando cómo hacer premios, pero el proceso es al revés: el premio es un reconocimiento al trabajo”, finaliza.