La selección española acudió al Mundial Brasil 2014 de la mano de 19 auspiciadores, entre ellos, Adidas y Movistar. Las estrategias de marketing de estas empresas se han centrado en una escuadra ganadora, pues el triunfo en Sudáfrica 2010 era, aparentemente, una garantía.
No obstante, los patrocinadores no previeron que el seleccionado de la Furia Roja pudiera caer antes de cuartos de final y ahora, en medio de una situación que “generara grandes pérdidas que se harán sentir en las arcas de las empresas” –según dice Gerardo Molina, CEO de la consultora Euromericas Sport Marketing-, el equipo de Vicente del Bosque podría perder el apoyo de varios de sus auspiciadores.
Mientras la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) puede mantener la calma con respecto a grandes marcas como Adidas, con la que renovó contrato hasta 2018, y con Iberdrola cuyo contrato se acaba de extender hasta 2016; patrocinadores, como Cruzcampo, Movistar, Seguros Pelayo o Cepsa, tendrán que renegociar su apoyo ahora.
Esta situación impactaría fuertemente en la escuadra, ya que el 60% de los ingresos de la RFEF proviene de patrocinios.
De otro lado, Australia es otra de las 10 selecciones que llegó a la Copa del Mundo con más auspiciadores. Las empresas que apoyan a dicho cuadro suman 14. Nike, Hyundai y Sony son algunas de ellas.
Sin embargo, estos auspicios podrían estar en riesgo después de que la selección fuera eliminada del torneo.