Aunque hasta hace algunos años la norma indicaba que las personas en sus trabajos tomaban anotaciones con lápiz y papel, al igual que los estudiantes durante las horas de clase, la proliferación de dispositivos móviles, en especial las notebooks, cambió la escena: hoy, lo habitual es tipear lo que se quiere recordar.
Los propios planes educativos fomentan cada vez más el uso de las nuevas tecnologías, de modo que una computadora o una tableta son herramientas tan habituales como antes lo era el cuaderno. Este cambio de hábito es importante si se tiene en cuenta que escribir en cursiva representa un paso importante hacia el desarrollo cognitivo, en particular en la formación del cerebro a fin de que este pueda integrar la sensación, el control de movimiento y el pensamiento. Piense, ¿cuándo fue la última vez que tomó apuntes?
Qué pasa entre los estudiantes
Frente a esta nueva realidad, investigadores de la Universidad de Princeton y la Universidad de California en Los Ángeles, en Estados Unidos, hallaron que aquellos estudiantes que toman notas manuscritas asimilan más los conocimientos en comparación con los que tipean lo oído en clase en sus dispositivos móviles. Según los expertos, quienes toman apuntes a mano recuerdan a más largo plazo los datos recopilados y logran una mejor comprensión de las nuevas ideas, ya que deben ser más rigurosos al decidir qué anotar.
“A pesar de su creciente uso, los dispositivos tecnológicos podrían estar haciendo más daño que bien en las aulas”, señalaron los autores.
En el estudio se determinó que las personas que utilizaron notebooks fueron capaces de anotar una mayor cantidad de palabras en comparación con los que escribían a mano. Sin embargo, al momento de los exámenes, los segundos obtuvieron mejores calificaciones.
Al ser consultado acerca de cómo impacta este fenómeno en los niños al momento de aprender, Francisco Anello, licenciado en Ciencias de la Educación, opinó que se trata de una cuestión generacional. “Los que nos criamos y alfabetizamos escribiendo a mano tenemos naturalidad con este medio y, por ende, es lógico que tomar datos con este sistema nos ayude a retener mejor lo que oímos”. En cambio, los nativos digitales pueden decodificar y hasta escribir y leer en un dispositivo antes de tener la motricidad fina para hacerlo a mano; por este motivo, “se sienten más cómodos con estos medios y, por ende, deberían retener mejor los conocimientos de esta manera”.
De todos modos, para Anello el soporte con el cual se tome nota no tiene tanta importancia como sí la tiene la capacidad de interpretar lo que se escucha.
Dos mecanismos distintos
El fenómeno de abandonar el lápiz por el teclado no solo se incrementa entre profesionales y estudiantes sino que afecta a todos los usuarios. En este sentido, una investigación llevada a cabo en Londres encontró que dos tercios de 2.000 encuestados dijeron que, si escriben a mano, es para recordar alguna cosa rápida, por ejemplo, lo que hay que comprar en el supermercado. Al respecto, más de la mitad de los sondeados admitió que su escritura manual viene disminuyendo de manera notable y esto afecta la legibilidad de su letra.
Citrix, una firma que impulsa la movilidad del trabajo, ofrece una aplicación de notas llamada Word Notes, mediante la cual los usuarios pueden cargar todo tipo de datos, ya sea por medio de la escritura, de audios o de imágenes. “De todas las aplicaciones que ofrecemos, esta es la que más utilizan nuestros clientes, después del correo electrónico corporativo”, apuntó Juan Manuel Gómez, gerente regional.
Si bien este recurso permite ingresar texto tipeado o manuscrito con la ayuda de un stylus (un lápiz óptico), el ejecutivo cree que el lápiz, o en su defecto el dedo, continuarán siendo utilizados porque para muchas personas es más cómodo que utilizar el teclado virtual.
Diario El Observador de Uruguay
Red Iberoamericana de Prensa Económica (RIPE)