Lamentablemente, en el Perú se han incrementado los casos de suicidios por la depresión, por una falta de interés de muchos peruanos por considerarlo un tema sin importancia y que solo les corresponde a personas con graves problemas metales, lo cual es falso.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) conmemora hoy el Día Mundial de la Salud y eligió a la depresión como eje de esta actividad. Según María Flores, psiquiatra de Solidaridad Salud, los que son más propensos a la depresión se encuentran, en promedio, entre los 25 y 35 años de edad.
Indicó que de cada tres suicidios, dos fueron por depresión, lo cual es un problema grave que viene incrementándose por la crisis en salud mental que sufre nuestra sociedad.
“La depresión genera una circulo vicioso, por un lado, es incapacitante, la persona con el paso del tiempo disminuye su rendimiento laboral o lo suspende. Por otro lado, genera gastos para su tratamiento, que no en pocas ocasiones son cuantiosos”, comentó.
La especialista advirtió que los hijos de padres depresivos son cuatro veces más propensos a desarrollar trastornos emocionales y conductuales, que los hijos de padres sin depresión.
Agregó que los medicamentos controlados (anti-depresivos) son un apoyo para el tratamiento terapéutico, sin embargo, no son la solución a la depresión por sí mismos. Cuando no hay un tratamiento terapéutico adecuado, la persona desarrolla adicción a los anti-depresivos.
“Algunas personas recurren a algún otro tipo de drogas (ilegales) con la intención de aliviar los síntomas, pero finalmente terminan con una situación más grave”, indicó.
La depresión juvenil se asocia en muchas ocasiones con la existencia de conflictos interpersonales y de rechazo de diferentes miembros de su entorno social, lo que incrementa los problemas de relación social. De esta manera, los niños y adolescentes con pocos amigos presentan una mayor probabilidad de desarrollar depresión, así como trastornos de conducta y mayor aislamiento social.
“Otros factores también asociados con un número mayor de síntomas depresivos son el vivir en estructuras familiares diferentes de las de los padres biológicos, problemas de salud en los adolescentes, o una mala adaptación a la familia, amigos, escuela, trabajo y pareja”, indicó.
Flores mencionó que deberían considerarse niños y adolescentes con riesgo elevado de presentar trastornos mentales, incluida la depresión, aquellos sin hogar, los internos en centros de acogida, refugiados y aquellos con antecedentes de delincuencia, especialmente los recluidos en instituciones de seguridad.
“Por último, la adicción a la nicotina, el abuso de alcohol o el consumir drogas ilícitas son considerados también factores de riesgo asociados con la depresión”, aseveró.
Recomendaciones
La experta de Solidaridad Salud sostiene que es necesario evitar situaciones de violencia en el hogar como ser víctima de violencia, tanto física como psicológica, es una situación tremendamente estresante, más aún cuando se reciben continuamente críticas, que llevan a la persona a ser insegura y a evitar el contacto con otros, por lo que se va desvinculando de sus grupos de pertenencia.
“Hacer ejercicio estimula la secreción de endorfinas que provocan una sensación de bienestar natural. Además, hacer ejercicio ayuda a que la persona se mantenga saludable y conforme con su propio cuerpo. Ser ordenado con los horarios y hábitos alimenticios; levantarse temprano después de dormir bien y cuidar la alimentación ayuda a mantenerse saludable”, manifestó.
A esto se suman actividades como estar en contacto con la naturaleza, salir a espacios verdes en familia donde disminuye el ruido y donde cambia el color gris predominante de la ciudad, de forma habitual, es también una forma de descansar y de protegernos de la depresión.