Sandra Vargas Gutiérrez
sandra.vargas@diariogestion.com.pe
Hoy es imposible salir a la calle sin celular. Es una pertenencia indispensable al movilizarnos de un lugar a otro, al igual que la billetera o las llaves de la casa. Bajo esta realidad, Motorola lanzó la campaña #PhoneLove, con la cual buscó demostrar la dependencia de las personas a sus celulares.
Para ello, la empresa realizó una encuesta a 7,000 personas de sietes países representativos (Estados Unidos, China, Inglaterra, India, México, Brasil y España), quienes respondieron cuáles son sus actitudes frente a su smartphones durante diferentes actividades cotidianas.
En los resultados se comprobó que el 60% de los encuestados duerme con el celular en la mano, el 17% utiliza su smartphone mientras se está bañando y el 54% dice que su teléfono sería una de las primeras cosas que salvaría en caso de un incendio. Además, por increíble que suene, el 40% de la gente confiesa haberle hecho preguntas a su smartphone que nunca le haría a su mejor amigo y el 57% de personas ha utilizado su celular en el baño.
Otra estrategia
Con los resultados encontrados, Motorola ejecutó una campaña online de videos en los que se demuestra qué harían o dirían las personas para cuidar sus celulares. El protagonista fue el actor Ashton Kutcher, quien realizó preguntas que pusieron en aprietos a los usuarios que solo querían proteger sus teléfonos. Por ejemplo, amenazó con romper la pantalla de sus celulares si no revelaban ciertos secretos.
“La campaña parte de las reales necesidades de los consumidores y de la relación entre las personas y sus teléfonos. El smartphone que presentamos era diferenciador por sí mismo, pues su pantalla es irrompible (Moto X Force), y era lo que se buscaba demostrar de una forma lúdica”, explica Manuel Brito, Head of Marketing Perú & Chile de Motorola.
Mercado local
Motorola también demostró cuán dependientes son los peruanos de sus celulares. Lo comprobó con una encuesta hecha a alrededor de 500 personas, cuyos videos fueron reproducidos en Youtoube.
Las preguntas que les hicieron fueron de doble opción, como “¿Preferirías que le caiga arena a tu cebiche o que se te caiga el celular al piso?” y “¿Preferirías enviarle un mensaje a tu ex o quedarte sin tu celular?”. Y los resultados, en la mayoría de casos, demuestra el apego por sus teléfonos.