(Bloomberg) Algunas amenidades inmobiliarias son eternas: una gran vista al Central Park, por ejemplo, o el buen portero que conoce cuál es el taxista que uno prefiere.
Otras, en cambio podrían resultar sorprendentemente pasajeras: lo que hoy en día parece imperativo podría desvanecerse el día de mañana. He aquí cuatro elementos básicos del mercado inmobiliario de lujo que, según los expertos, pronto podrían quedar obsoletos.
El home theater
El mercado del home theater se situó en los US$ 1,400 millones en el 2015, un 50% por encima del 2010, según Cedia, una cámara de empresas de tecnología del hogar.
Por cierto, ya no basta con instalar una pantalla de gran tamaño y un proyector digital: los verdaderos cinéfilos pueden construir sus propios teatros Imax por US$ 1 millón y suscribirse a Prima Cinema, un servicio similar a Netflix para ese 1% que se permite alquilar películas estreno a US$ 500 cada una.
Podría ser una inversión sin visión de futuro, sin embargo, al menos desde la óptica del arquitecto Duan Tran de KAA Design. “Nuestros clientes nos piden entornos de inmersión en realidad virtual porque están súper ocupados y necesitan formas superiores de escapismo”, dice.
Un proyecto en el que actualmente trabaja consistió en desarmar una habitación de servicio, para convertirla en un Holodeck personal desde donde “sumergirse completamente con un par de gafas de RV. Imagínense dar un paseo por una playa en las Bahamas, o atravesar el Arco del Triunfo el sábado por la tarde antes de cenar”.
La suite principal
Las suites principales muy extendidas fueron alguna vez el trofeo supremo y piedra de toque de la vivienda de lujo, pero en los desarrollos más recientes se ha comenzado a reemplazar el dormitorio de planta abierta tipo loft por un complejo de cámaras privadas que se ordenan en torno a un espacio más pequeño y acogedor que sólo alberga la cama.
Jonah Disend, fundador de la firma de innovaciones Redscout, dice: “El concepto de un ‘master bedroom’ se está convirtiendo en obsoleto porque ahora tenemos una relación diferente con el sueño, no pasamos tiempo en el dormitorio como antes”.
Disend observa que los millennials están impulsando estos cambios. Su relación con la privacidad es radicalmente diferente a la de las generaciones precedentes; aunque en lo digital son desenfadados, en persona son pudorosos.
El garaje
Según los expertos en estadísticas de McKinsey, los autos sin conductor y la modalidad de compartir vehículos van a reducir el espacio asignado a los estacionamientos en un 25% para el 2050, lo que representa más de 61,000 millones de pies cuadrados (5,500 metros cuadrados) de espacio habitable extra.
Ya se están viendo edificios que se anticipan a este cambio, dice Joel Dixon de la startup inmobiliaria Compass. Por ejemplo, aumentan las alturas de los techos en los garajes de modo de facilitar una futura conversión de los lugares de estacionamiento en oficinas o espacio residencial.
La cocina modelo
De acuerdo con Disend, de Redscout, las cocinas muy elaboradas y de gran centralidad, como las master suites, son otras de las características en peligro de extinción en las residencias de alta gama.
En parte, se debe a que los servicios de entrega a domicilio, como Blue Apron o Amazon Prime Now, reducirán a un mínimo la necesidad de almacenar cosas. A eso se suman servicios como cocina centralizada y catering que aparecen en los nuevos desarrollos.
Por ejemplo, en el Park Avenue 432 de Rafael Viñoly, funcionará un restaurante exclusivo para quienes vivan en el edificio, a cargo del chef con estrellas Michelin Shaun Hergatt, que proveerá el súmmum en comida para llevar de lujo. Disend también identifica el auge de la impresión 3D como fundamental para este cambio.
“Pronto se podrán crear utensilios específicos para una determinada cena con invitados”, dice, y así se reducirá mucho la necesidad de almacenamiento.