(Bloomberg).- Uno sabe que se encuentra en un nicho de mercado cuando sus existencias deben sobrevivir a un ingreso a la atmósfera exterior de la Tierra a más de 256,000 kilómetros por hora.

“Es interesante ver como se tasan los meteoritos”, dijo James Hyslop, un especialista de Christie’s con sede en Londres, que ha organizado una venta de 76 meteoritos para el 20 de abril, haciendo mención a la escasez de meteoritos y al hecho de que las existencias disponibles solo se reponen en forma ocasional (la explosión del meteorito que se produjo en 2013 en los cielos de Cheliábinsk, Siberia, añadió una cantidad significativa al material disponible). “La verdad es que puede ser bastante difícil”.

Históricamente, el valor de los meteoritos siempre se estableció en gramos, dijo Hyslop. Mientras más pesados, más caros. (Vea la película “Spectre” de James Bond para un ejemplo de US$ 600,000). Sin embargo, recientemente, los coleccionistas han empezado a considerar tanto los aspectos estéticos como históricos. “El sector de los diamantes utiliza las 4 ‘C’”, dijo Hyslop. “Nosotros utilizamos las 4 ‘S’: ‘size, shape, science, story’” (tamaño, forma, ciencia e historia).

Tamaño y forma.
Lo del tamaño es obvio –mientras más grande el meteorito, es más costoso–, en cambio lo de la forma no es tan obvio.

“Cuando la mayoría de los meteoritos caen a la tierra, lo hacen en forma caótica”, explicó Hyslop. “No se ven caer en línea recta”. Cuando un meteorito, en una extraña ocasión, cae directamente a la tierra, su superficie se calienta, luego se derrite, y “se obtiene este maravilloso escudo térmico con una parábola perfecta”. Los meteoritos en forma de parábola, a su vez, son mucho más caros.

Ciencia e historia.
El aspecto científico de la valoración de los meteoritos es más complicado, y a menudo está relacionado con su historia.

“Algunos de los más solicitados son las láminas y esferas de palasita que contienen peridoto”, dijo Hyslop, en referencia a la piedra preciosa de color verdoso. “Otros, como los meteoritos lunares, son siempre muy populares”. Por meteorito lunar, Hyslop entiende un pedazo real de la luna que salió despedido hacia el espacio exterior a causa del impacto de un meteorito de mayor tamaño, probablemente flotó por millones de años y luego colisionó con la Tierra. Incluso hay un par de meteoritos marcianos de –adivinaron– Marte.

“Todavía me emociono como un niño cuando sostengo un trozo de otro planeta en mi mano”, dijo Hyslop.

Estimaciones.
Siete lotes adicionales que ofrecen notas de investigación y material efímero de los archivos de un renombrado distribuidor de meteoritos del siglo XIX completan la venta. Los precios estimados para los 83 lotes van desde los US$355, el máximo para un corte esquinado del meteorito Toulon, a más de US$1,1 millones para el mayor meteorito “orientado” (con forma de parábola) del mundo incrustado con piedras preciosas extraterrestres.

Hyslop ha visto un interés anticipado a lo largo del mundo.

“Se trata de un buen grupo internacional”, dijo. “No solo de los coleccionistas de meteoritos tradicionales, también hay interés del mercado internacional del arte”. Si los compradores de meteoritos tienen algo en común, es el género: “Me arriesgaría a decir que alrededor de un 75 por ciento son hombres”.