Los ejecutivos que han experimentado eventos de reputación negativa declaran que las áreas de mayor impacto son los ingresos, así como sobre la pérdida de valor de la marca (41%), seguido de los costos de las investigaciones regulatorias (37%), de acuerdo a la “Encuesta global de riesgo reputacional” de Deloitte.
“La reputación es un elemento clave que puede ser atacada con solo unos pocos “clics”. Debe ser gestionada como un activo de incalculable valor y protegida como una cuestión de vida o muerte”, afirmó Diego Oviedo, socio de ERS de Deloitte Perú.
El estudio revela también que la responsabilidad por el riesgo de reputación reside en los más altos niveles de las organizaciones cómo Gerencia General (36%), Gerencia de Riesgos (21%), el Directorio (14%) y Gerencia Financiera (11%).
Plan
A partir de este panorama, las empresas están invirtiendo en tecnologías que habilitan herramientas de seguimiento y análisis de marca, además de la gestión de crisis y la planificación de escenarios para mejorar sus capacidades y prevenir impactos negativos.
La reputación se trataría, pues, de una cuestión estratégica de negocio. El 87% de los ejecutivos encuestados califican el riesgo de reputación como “el más importante” o “mucho más que importante” frente a otros riesgos estratégicos.
El informe destaca las percepciones de ejecutivos de América, Europa, Medio Oriente, África y Asia Pacífico.