Dicen que en el fútbol las estadísticas no cuentan, aunque previo a cada encuentro los antecedentes son recordados con frecuencia.
Antes de empezar la Copa América 2015, un equipo de analistas de Credicorp Capital de Chile, Colombia y Perú desarrollaron un modelo estadístico para pronosticar los resultados del torneo.
El modelo tenía tres variables: los antecedentes de encuentros previos entre los rivales en cada partido, la posición actual y evolución reciente de cada selección en el ranking FIFA, y la eficacia demostrada por cada selección en instancias finales de otras ediciones del certamen.
En base a este modelo pronosticaron que el campeón de la justa continental sería Brasil, que derrotaría en la final del torneo a la selección de Colombia. Previamente, el scratch eliminaría a Argentina, actual subcampeón mundial, mientras que el conjunto de José Pekerman derrotaría al anfitrión del torneo, Chile.
Sobre Perú, habían proyectado que solo alcanzaría la segunda ronda como mejor tercero de su grupo y luego caería frente a Argentina.
Sin embargo, las historias en el fútbol no siempre se repiten, y esa es una de las atracciones de un torneo tan parejo como la Copa América.
“Las frías estadísticas no contemplan las sorpresas que hacen del fútbol el deporte más apasionante del mundo”, había reconocido Credicorp Capital al momento de realizar sus pronósticos.