Felipe Ossio Guiulfo está contra el tiempo, pero mantiene la tranquilidad que le da la experiencia de más de 25 años. Esta vez su misión es organizar los cocteles más representativos durante las Reuniones Anuales de la Junta de Gobernadores del Grupo del Banco Mundial (GBM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Su trabajo tiene dos caminos: los eventos que ofrece el Estado a los delegados, y por otro los eventos particulares.
Esta mañana lo encontramos agitado, hay un tres de proveedores con los que debe coordinar. El viernes será el coctel de bienvenida a los invitados en el Parque de la Reserva. El empresario espera a seis mil personas. Cada detalle está cubierto. Desde hace más de dos meses todo se puso en marcha, pero fueron seis meses de planeamiento.
Aquí uno de los problemas que superará y que él denomina cuello de botella, es la ausencia de cocinas. Él ha decidido colocar seis. No quiere correr riesgos. “Lo hemos planteado como si fueran seis eventos de mil para que funciones de manera ordenada”, anota.
Cuestión de experiencia
La cabeza visible de Slow Food, además es economista, y está acostumbrado a realizar con frecuencias ceremonias de gran magnitud. Todos los años prepara el evento principal del Grupo Interbank en el que participan cuatro mil invitados.
En el gran evento del Parque de la Reserva dirigirá un ejército de 600 personas sin contar con los anfitriones, seguridad, con los cuales se estiman que intervendrán más de mil colaboradores.
Un punto aparte son los proveedores. Para el evento habrá entre 200 y 250. Aquí Ossio se detiene y afirma que mientras muchos ven trivialidad en un evento de esta magnitud, otros ven una cadena de trabajo que alcanza a proveedores de zonas alejadas y profundas. Es un camino maravilloso de formalización, destaca.
El coctel no es solo una cita para comer y beber. Ossio afirma que es una experiencia para los visitantes, habrá un recorrido gastronómico y un show con estampas peruanas. No se olvide que es un evento de bienvenida. Y en solo tres horas – tiempo promedio de estos encuentros – hay que tratar de que disfruten de toda la oferta.
La idea es ofrecer y vender nuestra cocina, subraya Felipe Ossio, incluso hasta para quienes no deseen arriesgar mucho su paladar.
Ossio no para, pues 48 horas más tarde su equipo estará a cargo de un segundo coctel. Esta vez en el Gran Teatro Nacional. En este caso se hará para mil personas y debido al espacio no se pondrán estaciones de comida. Además habrá un show con artistas nacionales. Allí estará Jau Diego Flores.
Bienvenida con sabor a Perú
En el coctel del Paseo de las Aguas del Parque de la Reserva tendrá un menú variado. Esta vez será el chilcano el que abrirá el apetito de los asistentes, quienes podrán empezar degustando empanadas de ají de gallina, buñuelos livianos que queso, Pollo novoandino con quinua crocante y ají al maracuyá.
Por supuesto no faltarán el área de guisos, que estará representada por humitas de queso crema, adobo de cerdo a la arequipeña o carapulcra de pollo, papas y tubérculos andinos confitados (papitas andinas, olluco, racacha).
También habrá un área en la que se podrá degustar tablas y canastas con quesos nacionales:
Andino, Paria, Tacneno, Gouda, Mantecoso cajamarquino, queso fresco, entre otros.
Para alguno la mesa favorita, la de dulces en la que se presentará el turrón de doña pepa, alfajores, arroz con leche y mazamorra morada.
Cocteles privados
Es costumbre que las empresas financieras realicen cocteles e inviten a los representantes de las empresas que participan en el evento, posibles clientes o representantes del Estado. En este caso Felipe Ossio tendrá a su cargo seis de ellos. Uno de ellos será en la Casa Moreyra y en todos se ofrecerá comida peruana, en algunos casos más sofisticadas, pero sin perder la esencia de lo nacional. No son de gran tamaño.
