(Bloomberg).- En la última película de Marvel Comics, Doctor Strange, el personaje principal es un adinerado neurocirujano que pierde el uso de sus manos en un accidente automovilístico, y quien, en su intento por recuperar su función, gana una serie de poderes místicos que lo convierten en un superhéroe.
El accidente es un punto clave de la trama. Y por lo tanto, una importante oportunidad de publicidad indirecta.
Los Agentes de S.H.I.E.L.D. tienen sus Acuras, Iron Man su Audi R8. Entonces, ¿qué automóvil estaba manejando Steven Vincent Strange (Benedict Cumberbatch) en el momento en que tuvo el trágico accidente que le cambió la vida? Una estruendosa pieza amenazadora de 10 cilindros con forma de cuña: el Lamborghini Huracán LP610-4 con un valor de US$ 237,250.
[Momento exacto cuando Dr. Strange estrella su Huracán. Foto: Youtube]
Esto tiene mucho sentido con el personaje. “Creo que hay muchas características de Doctor Strange que están conectadas con la filosofía de Lamborghini”, dijo el CEO de Lamborghini, Stefano Domenicali.
“Doctor Strange es un tipo especial, porque descubre desde muy joven que tiene superpoderes. Es líder en el mundo de la tecnología. Y, claro, es muy ambicioso -Strange quiere que lo vean como alguien exitoso. Es básicamente puro, vanguardista y visionario. Estos son los valores que tenemos en Lamborghini”.
Es por lo tanto aparentemente lógico ver al Doctor Strange en un Lamborghini. Pero, ¿es igual de lógico ver un Lamborghini en Doctor Strange, especialmente porque el accidente representa un momento clave en la película?
Respuesta corta: sí.
Marketing para superautos.
En un mercado cada vez más segmentado, las marcas contemporáneas de ultra lujo y súper desempeño como Bugatti, Aston Martin, Bentley y McLaren se han ido alejando de los eventos para el mercado masivo, poniendo énfasis en oportunidades exclusivas y de más elite donde hay una mayor probabilidad de que encuentren compradores reales.
Con este fin, todas estas marcas -incluyendo Lamborghini- renunciaron a adquirir un stand en el Motor Show de París de setiembre, el inicio del circuito anual de convenciones de autos, pero sí decidieron estar presentes en el Pebble Beach Concours d´Elegance en agosto, una de las principales reuniones de consumidores de alto valor del sector automovilístico en el mundo.
“Las marcas Premium de autos están adquiriendo un enfoque exclusivo y van a donde están sus consumidores reales”, explica Milton Pedraza, CEO del grupo de consultoría e investigación de mercado, Luxury Institute.
Entonces, ¿por qué una marca exótica como Lamborghini, con una huella y presupuesto de marketing limitado, elige invertir sus energías en una producción de superhéroes dirigida principalmente a niños?
Aspiración.
“En un mundo donde la gente joven ya no está tan interesada en comprar autos, ellos se sienten muy interesados, y atraídos por, nuestros autos. Porque son diferentes”, dijo Domenicali. “Ellos los ven como súper autos, lo cual es un diferenciador clave en términos de ser visto como especial”.