En alrededor de 30 años, tres de cada cuatro personas en el mundo vivirán en ciudades. Científicos alemanes del Consejo Asesor Científico sobre Cambio Climático (WGBU, por sus siglas en alemán) advierten que debemos repensar nuestro enfoque si queremos que a mediados de siglo las ciudades sigan siendo un lugar donde se pueda vivir dignamente.
“Debemos construir las ciudades de una forma completamente diferente a la que conocemos hoy”, opina Dirk Messner, del Instituto Alemán para Política de Desarrollo (DIE) con sede en Bonn. “Si no intentamos dar forma a este proceso por medio de estrategias de urbanización inteligentes, entonces probablemente mil millones de personas adicionales vivirán en mega metrópolis que se construirán en una o dos décadas”. Dirk Messner es coautor de un informe encargado por el Gobierno alemán con miras a la conferencia de la ONU.
Ciudades sostenibles
De acuerdo con las nuevas metas de desarrollo de las Naciones Unidas, “las ciudades y las poblaciones deben ser inclusivas, seguras, resistentes y sostenibles”. Esto supone un reto, puesto que sobre todo en los países en desarrollo las grandes ciudades se enfrentan a una infraestructura deficiente, a la expansión de los barrios pobres, la criminalidad y la violencia.
“Debemos controlar la presión de la urbanización”, subraya el secretario general del programa de vivienda y población de la ONU, Joan Clos. “La urbanización avanza a pasos agigantados; en muchos países en forma de barrios miseria”, dice.
Las villas miseria se expanden
Casi mil millones de personas habitan hoy en barrios miseria, las llamadas “poblaciones informales”. Y cada día, más y más personas arriban a las ciudades en busca de trabajo, educación y nuevas oportunidades. Expertos internacionales aseguran que no será posible detener el avance de la población. Como consecuencia, es esencialmente importante diseñar ciudades que produzcan el menor daño climático y ecológico posible. Expertos alemanes advierten, por ejemplo, del uso de materiales de construcción como el concreto, el acero y el aluminio, puesto que contribuyen mucho al cambio climático.
“Las ciudades producen el 70 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial”, dice el director del DIE, Dirk Messner. “Si empezamos a construir ahora ciudades ecológicas, podemos contribuir considerablemente a la mitigación del cambio climático”.
Inversiones públicas
No obstante, la sustentabilidad no solo incluye aspectos ecológicos y climáticos, sino también la calidad de vida en las ciudades. Viviendas pagables, asistencia médica, educación y empleo son igual de importantes que una buena calidad del aire, así como el acceso a alimentos sanos y agua potable. Esto solo se logrará con inversiones públicas, algo que en muchos países en desarrollo fracasa debido a una administración incompetente y corrupta.
“En los países del norte de Europa las ciudades realizan aproximadamente un 30 a 40 por ciento de los gastos públicos. En la mayoría de los países en desarrollo muchas veces se trata de menos de un cinco por ciento”, subraya Messner. De ahí que el Consejo Asesor Científico sobre Cambio Climático proponga que los bancos de desarrollo internacionales y los países donantes inviertan sobre todo en el desarrollo de los barrios pobres.
Diario El Observador de Uruguay
Red Iberoamericana de Prensa Económica (RIPE)