(Bloomberg) Para los comercios minoristas de bolsos Fendi y relojes Rolex de Hong Kong, ese es el tipo de pesadilla que se desencadena en tanto las protestas a favor de la democracia siembran el caos durante uno de los momentos de mayor actividad del año, las festividades del Día Nacional de China, conocidas como la Semana Dorada.
Los manifestantes ocupan zonas comerciales desde Causeway Bay hasta Tsim Sha Tsui, y en el proceso interrumpen el transporte, cierran comercios y ponen a prueba la paciencia de los turistas chinos, que el año pasado constituyeron el 75% de los 54 millones de personas que visitaron la ciudad.
“No voy a volver”, dijo David Yong, un empresario procedente de la ciudad oriental china de Hangzhou, mientras fumaba un cigarrillo para combatir la frustración de no poder conseguir un taxi. “Las compras son lo que más me atrae. Si marcas como Fendi cierran, el atractivo de Hong Kong desaparece”.
Los turistas chinos han convertido a la ex colonia británica en el mayor mercado del mundo de relojes suizos y en una importante fuente de ingresos para las marcas de lujo. Las protestas, que se suceden durante la principal temporada de compras para los visitantes de China continental, amenazan ahora con exacerbar las declinantes ventas de Hong Kong de joyería, relojes y otros regalos valiosos, que se encaminan a la mayor caída anual en por lo menos una década.
Semana importante
Las protestas ocasionan un “desarrollo comercial cada vez más adverso en Hong Kong, ya que los visitantes de China continental declinan y los cierres alejan a la población local de los comercios”, dijo Luca Solca, un analista de Exane BNP Paribas. “Lo que pasa en Hong Kong merece toda la atención de los inversores”.
La Semana Dorada es importante porque los comercios minoristas de la ciudad generan entre el 40% y el 60% de las ventas de octubre en ese período, según Raymond Yeung, un economista de Australia New Zealand Banking Group.
Algunas compañías han admitido la situación adversa este año. Swatch Group AG, que también fabrica relojes Omega, estima que habrá “turbulencias” en Hong Kong, dijo el máximo responsable ejecutivo, Nick Hayek, en un correo electrónico del 1° de octubre. LVMH Moët Hennesy Louis Vuitton, la propietaria de Gucci Kering y Prada han señalado que Hong Kong es una zona de preocupación.
No se trata sólo del lujo. Fast Retailing, la japonesa propietaria de Uniqlo, ha dicho que las protestas se han traducido en ventas menores que las habituales en las zonas afectadas.
Es probable que las ventas minoristas general de septiembre de Hong Kong hayan caído entre 4% y 8%, y que este mes haya una declinación similar, según Iris Fan, una analista de Forecast en Singapur.