Un estudio de la Universidad de Missouri (Estados Unidos), publicado por la revista Addiction Research & Theory, clasificó en cuatro grandes categorías a las personas que sufren estragos por beber bebidas alcohólicas.

La investigación determinó que existen cuatro tipos de ebrios: los que siempre se meten en problemas, el extrovertido, los que no cambian de personalidad y los violentos.

El estudio se elaboró en base a los exámenes que psicólogos de la universidad sometieron a 374 estudiantes de 18 años de edad en promedio.
El primer caso, que son los ebrios que siempre se meten en problemas, los denominaron “Mr.Hyde”, pues cambian de personalidad hasta volverse violentos, hostiles y menos responsables. “Son los que siempre se meten en problemas y los amigos evitan salir con ellos”, explicaron los especialistas. “Puede haber un trastorno de personalidad grave y puede requerir de una intervención mayor con psicoterapia”.
Un 14% cayó en la categoría denominada “Mary Poppins”, caracterizada por ser muy agradable y amigable estando sobrio, y que con consumo de alcohol aumenta su extroversión. “Este grupo esencialmente captura los bebedores dulces y responsables que experimentan menos consecuencias negativas con el alcohol”, dice el estudio.

En cuanto a los que llamaron “Ernest Hemingway”, que formó el grupo más extenso, mostraron mínimos cambios de personalidad y menores consecuencias negativas por su comportamiento a pesar de haber tomado en exceso. Por ejemplo, su nivel de escrupulosidad -estar preparado, ser organizado, ser rápido- fue el que bajó menos en los cuatro grupos. También su nivel de intelecto -entender imágenes abstractas, ser imaginativo- disminuyó mínimamente.

Finalmente, se menciona a la categoría “Profesor Chiflado”, que son personas que sin alcohol son tímidas y retraídas, y que cuando se embriagan se vuelven extrovertidas y poco escrupulosas, aunque si bien son las personas que más cambian, su comportamiento no tiene muchas consecuencias negativas.