José Arbulú y Pedro Solano tienen una vieja disputa. ¿Hace cuánto se fundó Cementerio Club? En 1996. Ese año nos juntamos por primera vez, apunta Arbulú, bajista y cantante. Son ya 20 años, añade. El guitarrista y también vocalista, Pedro, no está de acuerdo. Son 19, porque se debe contar desde la fecha que sacamos la primera maqueta, añade. No hay consenso y el divertido debate prosigue hasta el fin de su visita a la redacción de Gestión, donde llegaron a presentar su último disco, “Tiempo”.
Cementerio Club se considera una microempresa. Somos emprendedores, añade Ricardo Solís (guitarrista). Pero sostiene que preferirían solo dedicarse a la música. Se trata de un grupo que se autogestiona, agrega.
Este año, los planes del grupo son ambiciosos. Hay que retomar el camino, sostiene Luis Callirgos (baterista), quien también es el encargado de los contratos de la banda. En este sentido, refiere que ahora pretenden volver a tener un manager. Para –insisten casi en coro– solo dedicarse a tocar.
Una de las primeras acciones que tomaron el año pasado fue cerrar el trabajo de su nuevo disco, “Tiempo”. La anterior producción fue hace nueve años. Ya era hora de romper el silencio. En esos años no dejaron de tocar, y mucho menos de componer. Así se fue gestando su última producción. Se grabó en Lima y se mezcló entre Buenos Aires y Londres.
Proceso creativo
El principal ingreso de Cementerio Club son los conciertos antes que las ventas de discos. Los auspicios, por ahora, son mínimos. Hace unos años, una compañía de cerveza y otra de telefonía eran sus principales sponsors. La tarea para este año es recuperar ese espacio y hacer la mayor cantidad de presentaciones posible.
Callirgos y Solano sostienen que la banda estuvo en una suerte de “etapa de ahorro de energía”. Eso ya acabó, ratifican.
¿Se puede vivir de la música?, pregunta recurrente. Solano sostiene que es muy complicado que una banda peruana pueda decir que vive solo de la música, pero indicó que se trata de un sector muy activo, mucho más que el de otros géneros, sin embargo su facturación es menor.
Afirman que el público, en el tiempo, ha ido evolucionando. Hay público que los sigue desde el inicio, y otro grupo más joven, que son los que ahora van a sus conciertos. Y son ellos quienes los acompañan en las redes sociales que es la herramienta que les ha dado vigencia durante estos años “etapa de ahorro de energía”
EL DATO:
Prolijos. Quince son los discos que como banda y solistas han publicado los integrantes de Cementerio Club. Allí hay más de 100 canciones.