El caso de “Solos”, película dirigida por Joanna Lombardi, ilustra la forma en la que el Estado a veces abandona a sus artistas. El filme, estrenado el último jueves, se canceló un día después en una de las 10 salas en las que iba a ser proyectado.
En el resto de cines, los horarios escogidos por los exhibidores (programados al mediodía o a las 11 de la noche) dificultan la asistencia del público, indica Lombardi.
“Tras cinco días del estreno, estamos solo en cuatro pantallas en estos momentos”, agrega.
Urgente ley
No es la primera vez que cintas peruanas reciben este trato. Cada vez que sucede, los cineastas reclaman para que exista una “ley del cine” que detenga este tipo de maltratos.
“México, por ejemplo, tiene una cuota de exhibición para películas nacionales que llega al 10% del total de horas programadas”, expresa Raúl Ortiz, bloguero de gestion.pe .
El problema del cine peruano es más grave si consideramos que muchas de estas películas han sido premiadas no solo aquí, sino también en festivales y concursos en el extranjero.
“Son obras que, según los jurados que las vieron, deben ser exhibidas por su calidad, por su realización o por su temática”, explica Alejandro Legaspi, director de “La última noticia”.
De otro lado, la creadora de “Solos” sostiene que “no es momento de juzgar a los cines, pues al fin y al cabo, son empresas privadas y velan por su rentabilidad”.
“Hace tiempo hay un proyecto de ley que duerme en el Ministerio de Cultura”, se queja Legaspi.
Según Ortiz, el ministro de Cultura, Jorge Nieto, dijo en el último Festival de Lima, realizado en agosto, que su cartera iba a trabajar una nueva ley que incentive el cine peruano.
Acuerdo entre partes
Joanna Lombardi asegura que la “ley del cine” no es un pedido descabellado. “Queremos una semana completa de exhibición. Al término esta, cada cine tendrá el derecho de evaluar cómo le ha ido a la obra según el promedio de los últimos seis meses en esa sala. Solo te podrán sacar si tu desempeño es menor al promedio”, explica.
El gremio de la industria del cine (incluyendo a los exhibidores) está de acuerdo con estas medias. Pero hasta ahora el Estado no se manifiesta.
Conflicto
A pesar de que al principio se sintió afectada, Lombardi es optimista y expresa que “si el maltrato a la película hace que logremos la ‘ley del cine’, para mí todo habría valido la pena”.