Agencias.- Luego de un lobby de alto perfil, que incluyó a altos mandos de la FIFA, Dilma Rousseff tuvo que ceder y permitió la venta de cerveza en los estadios donde se jueguen fechas del evento deportivo del año. La razón: Uno de los afortunados patrocinadores es Budweiser, marca cervecera que no hubiera tolerado invertir los US$ US$ 1,400 millones obligatorios para ser sponsor oficial, si dejaban su producto fuera de cámara.
Los ingresos por marketing representan el 35% de los US$ 4,000 millones que recaudará la entidad que preside Joseph Blatter. El restante 65% son derechos de transmisión de los partidos. Es por eso que cada marca empieza a afinar su puntería ante la inminencia de la primera fecha en junio de 2014 para ser la que mayor provecho le saque a su inversión.
Vista
El sector tecnología ya enfila sus píxeles para combatir en ese marco. Sony, la marca japonesa, es socio de la FIFA y lleva la ventaja justo cuando se produce un recambio de tecnología: si en Alemania 2006 se coronaron los LCD y en Sudáfrica reinaron los LED e hizo su aparición la TV 3D, el candidato para llevarse todas las miradas en Brasil será el modelo con resolución 4K, una tecnología emergente que alcanza una definición superior de 4,000 píxeles.
Las principales marcas del mercado local ya muestran sus dientes para disputarse un mercado de 2.8 millones de unidades, de las cuales un 95% serán LED y un 25% contará con acceso a Internet, según cifras de la japonesa Sony.
Piel
Hasta el final de los repechajes europeos, Nike no pudo respirar tranquila. Su figura principal, Cristiano Ronaldo, logró asegurarse un lugar en las contiendas y la marca deportiva logró poner su logo en la camiseta de su deportista de nómina de más alto perfil. Y si le va mal a Portugal, aún tienen a Neymar para mantener presencia.
Por su lado Adidas tiene la ventaja de ser sponsor oficial y tener a Lionel Messi entre sus figuras. Además por ser patrocinador es proveedor de la pelota oficial -bautizada “Brazuca” por el público brasileño- y de la indumentaria de los árbitros y asistentes de campo.
De los 732 jugadores que disputan el Mundial, el más caro es Lio Messi, con una cotización estimada de US$ 190 millones. El podio del ranking elaborado por la consultora Pluri Consulting, lo completan Cristiano Ronaldo (US$ 141 millones) y Neymar (US$ 91 millones).