Bradley Manning se enfrenta hoy a un juicio decisivo, tras haber sido encarcelado en el 2010 acusado de filtrar más de 700,000 documentos clasificados a WikiLeaks.
Entre los documentos filtrados había cosas sobre las guerras de Irak y Afganistán, la base naval de Guantánamo y numerosos cables diplomáticos. Su aportación le ha valido enfrentarse a un total de 22 cargos, entre los que destacan por su gravedad el de ayudar al enemigo y poner en peligro las vidas del contingente norteamericano.
Su filtración más sonada reveló una masacre a decenas de personas gracias a que una cámara instalada en un helicóptero norteamericano registró el ataque contra un grupo de personas a las afueras de Bagdad, que resultaron ser empleados de la agencia Reuters y otros dos menores de edad. El vídeo fue grabado en 2007 y vio la luz en 2010.
Pese a ser exonerado del cargo más grave que enfrentaba, se le di el veredicto de culpable en cinco acusaciones por espionaje, cinco cargos de robo, un cargo de fraude computarizado y otras infracciones militares.
Las condenas máximas de estas faltas llegan hasta 10 años y, en total, Manning podría ser sentenciado a 136 años en prisión. El tiempo que el soldado pasará encarcelado se conocerá mañana en una nueva lectura de sentencia.