La historia del boxeo de cuello blanco (‘white collar boxing’, en inglés) comenzó en los ochenta en el gimnasio Gleason’s de Manhattan, donde entrenaron púgiles de la talla de Mohamed Ali y Mike Tyson.
Allí, Richard Novak y David Lawrence, abogado y doctor en Literatura Inglesa, respectivamente, se enfrentaron a puño limpio frente a amigos y familiares. Y tras finalizar el combate, todos fueron a cenar.
Con el tiempo, esta práctica se popularizó entre doctores, contadores, gerentes, entre otros altos cargos. Así, los eventos se volvieron mensuales en Gleason’s. Y en el 2004, más del 65% de inscritos en este gimnasio eran ejecutivos que reemplazaban las corbatas y los ternos del día por guantes en las noches, según Expansión.
Pero, a diferencia del boxeo profesional, ‘white collar boxing’ tiene una regulación que determina que sean tres asaltos de dos minutos con uno de descanso, y exige a los participantes pelear con protección (guantes grandes, protector bucal y casco), de acuerdo a la escuela española de boxeo Fight Land.
Grandes beneficios
En este deporte no existen ganadores ni perdedores. Los ‘knock out’ están fuera de lugar. La finalidad es quemar adrenalina, liberar tensiones y trabajar la musculatura.
Ello, a su vez, genera desahogo, lo que permite trabajar en la mejora del clima laboral y en la concentración de problemas en el trabajo.
Y es que este deporte agudiza la capacidad de reacción, genera energía, mejora el estado de ánimo, la autoconfianza, la disciplina, las estrategias y la constancia, así como las habilidades interpersonales, de acuerdo a Louis Prutschi, gerente general de la escuela 360° Fight & Fitness.
Por su parte, Enrique Mosquera, jefe de Clases Grupales de Bodytech, recuerda que esta práctica libera endorfinas, lo que ayuda a mejorar la toma de decisiones y, de manera colateral, ayuda a reducir el 77% de sedentarismo que se vive en todo el mundo.
El deporte en el Perú
Por diversión, salud o recomendación, cada vez más ejecutivos se unen al boxeo de cuello blanco. Y si bien las grandes sedes son ciudades cosmopolitas como Nueva York, Londres y Madrid, Lima no se ha quedado atrás.
“En general, el boxeo (como disciplina general) se ha popularizado un 210% en los últimos cuatro años en este gimnasio. Y un 35% de personas que lo practica son ejecutivos”, explica Mosquera.
Además, esta práctica no es exclusiva de hombres. Por ejemplo, en 360° Fight & Fitness, el 80% del total de alumnos está conformado por mujeres. Y un 60% de los matriculados son ejecutivos.
“Están cambiando los conceptos sobre el entrenamiento. Hoy la demanda por el boxeo para las mujeres ha aumentado de manera considerable. Ellas lo trabajan con un concepto fitness”, comenta Prutschi.