(Bloomberg) Jeff Bezos, multimillonario de internet y aspirante a hombre del cohete, dijo que vende US$ 1,000 millones en acciones de Amazon.com al año para financiar Blue Origin, la compañía que alimenta su sueño de enviar gente al espacio.
“Mi modelo de negocio para Blue Origin en este momento consiste en vender cerca de mil millones de dólares anuales en acciones de Amazon y utilizarlos para financiar Blue Origin”, dijo Bezos el miércoles en el Space Symposium, una conferencia anual del sector en Colorado Springs, Colorado. “O sea que el modelo de negocio de Blue Origin es muy sólido”.
Bezos, el segundo hombre más rico del mundo detrás de Bill Gates, había dicho anteriormente que estaba reinvirtiendo dinero que ganó en el gigante del comercio electrónico Amazon desde que comenzó su empresa de exploración espacial hace más de una década.
Bezos reveló lo que le parece apropiado para persuadir a la gente de pagar unos US$300,000 por un vuelo veloz al espacio suborbital: ventanas grandes.
El fundador de Amazon siguió el ejemplo de hoteles y restaurantes costeros para el diseño de una cápsula espacial que Blue Origin planea utilizar lanzando turistas que pagan al espacio dentro de dos años. La nave estará equipada con las “ventanas más grandes en la historia de las naves espaciales”, según la compañía.
Tiene espacio para seis pasajeros cada uno con su propia ventana y un asiento de cuero reclinable que distribuirá la fuerza experimentada al lanzarse al espacio, dijo Blue Origin.
“Mi foco está puesto en gente en el espacio”, dijo Bezos. “Quiero humanos en el espacio”.
Blue Origin tendrá competencia. Space Exploration Technologies Corp. de Elon Musk planea enviar a dos turistas en un viaje alrededor de la luna a fines del próximo año.
El mes pasado, reutilizó un cohete para enviar satélites en órbita, un paso importante para lograr que la distribución y los viajes espaciales sean comercialmente viables. Virgin Galactic de Richard Branson también persigue la idea de hacer volar clientes al espacio.
Blue Origin está tratando, asimismo, de reducir el costo de los viajes haciendo que los cohetes sean reutilizables, como los aviones. El cohete New Shepard de la compañía ha volado al espacio suborbital cinco veces desde noviembre de 2015.
El espacio suborbital es lo suficientemente alto como para que los pasajeros experimenten la ausencia de gravedad, pero no lo suficientemente alto como para hacer la órbita alrededor de la Tierra.
Ventanas grandes como las previstas para la cápsula de Blue Origin agregan costo y complejidad al diseño de naves espaciales porque los paneles de vidrio más grandes tienen que ser más gruesos, lo cual añade peso a un vehículo que necesita ser lo más liviano posible, dijo Bill Goodman, vicepresidente de sistemas espaciales en HNu Photonics.
Una ventana de 22 pulgadas de diámetro en la Estación Espacial Internacional tiene aproximadamente 3 1/2 pulgadas de espesor, hecha con capas diseñadas para soportar colisiones con partículas veloces de polvo, mantener la presión de aire dentro de la cápsula y una capa final que mejora la visibilidad a través de la ventana gruesa, dijo.
A pesar del costo elevado, las ventanas grandes serán una buena estrategia de marketing para el turismo espacial, dijo Goodman.
“Más grande siempre es mejor”, dijo Goodman. “Alguien que puede permitirse un vuelo espacial probablemente tendrá una linda cámara y querrá sacar buenas fotos”.