Por Daniel Higa Harada
Un complicado reloj suizo de doble tourbillion, unos perdurables zapatos de piel de avestruz curtida en taninos de madera exótica o un equipo de excelso sonido diseñado en Dinamarca. En el mundo de lo exclusivo la línea entre el buen gusto y lo grosero puede ser muy fina, pero sin duda crea una gran impresión. En motores esta regla no es la excepción y el limite no lo pone el precio, sino la tecnología, la búsqueda por la perfección, la dificultad en realizarlo y algunas veces simplemente la limitada oferta de lo fabricado a mano.
La Ferrari
Ciertamente empezamos nuestro listado de motores exclusivos con un auto, un superauto de la casa de Maranello. El top, el modelo más caro dentro de la línea comercial y el que lleva el nombre más atrevido en toda su historia es nada menos que el Ferrari LaFerrari presentado hace poco en el salón de Ginebra. Con solo 499 unidades ya prevendidas a sus clientes más leales e importantes, es un claro ejemplo de una marca que tiene el poder de reservarse el derecho de venta a quien mejor le parece y donde el dinero no siempre lo compra todo. Por ejemplo, la producción limitada de algunos vehículos puede desanimar a más de uno debido a la demora y espera que significa solicitar una nave personalizada al milímetro y que guarde perfecta armonía con el ideal del comprador y el fabricante.
El Ferraro LaFerrar cuesta US$ 1,5 millones porque bajo la producción limitada se encuentra una montaña de tecnología. Empezamos por un motor V12 que puede girar hasta 9.250 revoluciones y que entrega 789 caballos de fuerza. Pero además lleva un motor eléctrico que desarrolla 161 HP, sumando en conjunto 950 caballos bajo el acelerador. La ventaja del motor eléctrico es que entrega el total del par inmediatamente, permitiendo que el V12 este configurado para tener un mejor rendimiento a elevadas revoluciones. Una combinación que Ferrari denomina HY-KERS y que es el preámbulo de lo que se verá en la próxima temporada de F1.
Al lago Como
Dejamos LaFerrari y lo cambiamos, al norte de Italia, por un yate con historia. Riva es una marca icono entre los yates de ultralujo y los speedboats. Y si bien el nuevo Riva 122 Mythos es la última creación en aluminio de la icónica marca perteneciente al grupo Ferretti y hay súperyates de impensable lujo, es el Aquariva Super, el sucesor del clásico Aquarama, el que sacamos del embarcadero. No solo porque es un yate para navegar a alta velocidad, sino porque trae a colación escenas de lujo en películas donde el Aquarama ha sido protagonista, tales como Golden Eye y Ocean´s Twelve. Ideal para una tarde de paseo en el Lago Como después de un almuerzo en la Villa Parravicini.
Con una eslora de 33 pies, el Aquariva Super destila un lujo clásico que ha perdurado en la historia y que refleja la exquisita producción totalmente a mano en sus decks en madera de roble y caoba con 20 capas de barniz, así como el tablero y asientos en cuero. Y no se puede esperar menos en un yate que tiene un precio de más de US$ 1 millón.
Doble cuero
Ya que estamos en el nivel de James Bond lo lógico sería ver la hora en un Omega Seamaster y conducir el nuevo Aston Martin Vanquish, pero vamos a inclinarnos por el confort y lujo de lo más reciente de Rolls-Royce. Ciertamente no será para ocupar la butaca posterior y dar indicaciones al conductor, sino para tomar el volante. Y para ello que mejor que hacerlo en uno de los exclusivos coupes que de cuando en cuando la marca inglesa se da el lujo de presentar.
El recientemente estrenado Wraith es un atractivo y costoso coupe estrechamente relacionado con el modelo Ghost.
Con un precio base de 245.000 euros, el Wraith es más caro que el Bentley Continental GT Coupe, su rival natural y entre lo más destacable está sin duda esa puerta suicida que se abre de adelante hacia atrás. Incluso la marca lo anuncia como el Rolls-Royce más potente y tecnológicamente avanzado en su historia. Puntos a favor de la exclusividad.
De aspecto sólido como un lingote, el Wraith tiene un motor V12 biturbo de 6,6 litros que entrega nada menos que 624 HP. Además la caja automática de ocho marchas se informa del sistema de navegación GPS para anticiparse al camino y elegir el cambio adecuado para la pendiente que se aproxima o la próxima curva.
Las opciones en la estratósfera de motores de lujo son variadas y comunmente superan lo razonable. Pero cuando la pasión entra por la puerta, la cordura sale por la ventana. Solo queda la menuda tarea de pensar cómo destacarse pidiendo un cuero de color imposible o, por que no, especificar un auto único a gusto y medida propia. Algo que todas las marcas sin excepción estarán felices de realizar. Los sueños se cumplen, claro que sí.