(AFP) Clash of Clans, Candy Crush Saga, Pokemon Go… Los videojuegos en los teléfonos móviles viven un momento estelar, entre pequeños desarrolladores independientes y grandes estudios ya establecidos.
En el transporte público de las grandes ciudades, los videojuegos en los aparatos celulares vienen reemplazando a los diarios o los libros.
“Existen miles de millones de juegos desde la llegada de los teléfonos móviles y el aumento es fuerte en los países emergentes, el mercado de los juegos móviles tiende a superar al de las consolas domésticas”, explica Laurent Michaud, especialista de la consultoría Idate.
No es una sorpresa entonces que los videojuegos sean hoy en día las aplicaciones más usadas en los teléfonos inteligentes, junto a las de redes sociales, mensajería electrónica y video, según cifras de la empresa especializada AppAnnie.
“Hoy en día, el 85% de los ingresos globales de las tiendas de aplicaciones provienen de juegos. La proporción bajará pero seguirá siendo en el 2020 del 75%”, explica Thierry Guiot, director para el sur de Europa en AppAnnie.
“La razón principal es que la industria del juego es la que saca más ganancias a través de la tienda, ya que se pueden realizar nuevas compras a través de los juegos”, señala Guiot.
Éxito de Pokemon Go
Una muestra del sitial de honor de los videojuegos es que John Hanke, fundador de Niantic, responsable de Pokemon Go, tuvo una esperada intervención en el World Mobile Congress (MWC) en Barcelona, que cerró este jueves.
A su juicio, “los buenos desarrolladores tienen auténticas oportunidades, sin que se necesite tener grandes ventas para hacerse un lugar en este mercado”.
Y las ganancias de los juegos de videos se aceleran: lanzado en el 2016, Pokemon Go superó la barrera de los US$ 800 millones, cinco veces más rápido que Clash of Clans dos años antes.
Pero el gran éxito del juego no significó pérdida de mercado para el resto de la industria.
“Pokemon Go logró crear un nuevo mercado. Los jugadores simplemente pasaron más tiempo jugando y gastaron más dinero que antes”, explicó Guiot.
Las empresas tradicionales de juegos de consolas deben estudiar su estrategia para el mundo móvil.
“Estos actores han sido fuertemente impactados y deben elegir si compiten o no y adaptarse a las presiones que eso conlleva. El reto para ellos es lograr adaptarse a un modo de monetización diferente en móviles”, explica Michaud.
Una transición con éxito la logró el gigante de los juegos Electronic Arts, que adaptó varias de sus célebres franquicias de PC o consola, como los Sims o Need for Speed.
Pero que una franquicia sea conocida no es suficiente garantía en un mercado extremadamente competitivo, donde la dificultad principal es mantener la atención de jugadores.
Baja fidelidad
“Lograr la fidelidad de los jugadores es complicado, ante el lanzamiento continuo de nuevos productos, muchas veces gratis, lo que quita la presión de continuar jugando un mismo juego”, dice Andrew Kitson, analista de BMI Research.
Los juegos tienen ciclos de vida cada vez más cortos, con excepción de algunos grandes nombres que han conseguido permanecer, como Candy Crush o Angry Birds.
Solo existe “un centenar de juegos con un ciclo de vida más prolongado, con jugadores que se comportan de forma parecida a aquellos jugadores de PC o consola”, precisa Michaud.
Y aunque los ingresos sean algunas veces elevados, ganar dinero se torna más difícil, según Andrew Kitson, para quien “la mayor parte de los jugadores ocasionales quieren juegos gratuitos o baratos”.