La Audiencia Nacional de España ha levantado la cautelar por lo que el Eibar sigue en Primera y el Elche baja.
La juez de la sala de lo Contencioso de la Audiencia Nacional, Eva María Alfageme, no ratificó ayer la medida cautelarísima dictada el pasado viernes, por lo que vuelve a ser efectivo el descenso del Elche a Segunda División por razones económicas, una plaza que mantendrá el Eibar en la Liga BBVA.
Las consecuencias deportivas están claras, pero ¿qué ocurre con las económicas? Dicho de otra manera, ¿qué supone para las finanzas de un club jugar en Primera o Segunda División?
Para el Elche, el descenso podría significarle una pérdida de más de 33 millones de euros en ingresos. En el lado contrario, el Eibar multiplicó por 14 su presupuesto en los dos años en los que pasó de Segunda B a Primera. Estas son las cifras y los casos de ambos clubes.
Administrar el éxito.
“Se suele pensar que las crisis son difíciles de gestionar, pero muchas veces es el éxito el que hay que administrar con mucho cuidado porque puede ser la antesala del fracaso”, señala a Expansión, Álex Aranzábal, presidente de la Sociedad Deportiva Eibar, club que no logró salvar la categoría en su primera temporada en la Liga BBVA, pero que se mantendrá en ella gracias a sus cuentas saneadas.
“Al ascender tuvimos casi que cuadruplicar nuestro presupuesto, con el agravante de que veníamos de un ascenso a Segunda el año antes”, añade antes de aclarar que son “el único club en España” en tener déficit cero.
¿Cómo lo hicieron? Sin gastar un euro más de lo que ingresaron y con el aliciente de que las entradas de dinero se multiplicaron. Por ejemplo, los derechos de televisión pasaron de 639,000 euros en Segunda B (un 23% de su presupuesto ese año) a 2.5 millones en Segunda (un 65% del presupuesto) y a 15.7 millones en la Liga BBVA (un 88% del presupuesto).
Además, el club pasó de tener un sponsor que aportaba menos de 100,000 euros por lucirse en su camiseta (Hierros Servando), a uno que invertirá más de un millón de euros, como es el operador petrolífero Avia.
Las fichas de los jugadores, por otra parte, son el gasto que más aumentó. Mientras que en Segunda el salario mínimo durante la pasada temporada fue de 64.500 euros anuales, en la Liga BBVA esa cifra se duplica. Además, según fuentes de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), el salario medio de Primera -sin contar al Real Madrid y al Barcelona- es más de cinco veces superior al de Segunda (pasa de 150,000 a 800,000 euros) .
Para garantizar su sostenibilidad, el Eibar impuso contratos que contemplan un salario para Primera y otro para Segunda: “Si bajáramos, automáticamente podemos adaptar nuestra estructura organizativa”, aseguran.
Elche y la gestión del miedo.
La gestión del miedo es la forma en que algunos directicvos de la LFP se refieren a las políticas de ciertos clubes: cuando empiezan a perder partidos se endeudan demasiado pensando en cambiar la racha de resultados. Pero muchas veces eso no ocurre y, además de descender, terminan asfixiados económicamente. El caso del Elche es paradójico porque quedó seis puntos por encima de los puestos de descenso, pero la reincidencia en el mantenimiento de sus deudas ha provocado la decisión administrativa de que baje a Segunda.
Ramón Villaverde, consejero del club, asegura que el descenso podría significar una pérdida de más de 33 millones de euros, “sin considerar los daños emergentes”. Villaverde sabe que sus antecesores hicieron mal las cosas, pero hasta hace poco mantenía la esperanza de que la justicia revoque la decisión del TAD. Ahora, todo parece más complicado.
Diario Expansión de España
Red Iberoamericana de Prensa Económica (RIPE)
