Entrevista: Mabela Martínez, directora de Sonidos del Mundo
Mabela Martínez es una melómana incorregible. Ha promocionado talentos locales y producido los conciertos de Jorge Drexler, Kevin Johansen, María Rita y otros. Ella es la cabeza más visible de Sonidos del Mundo, marca a través de la que ofrece un espacio a la música alternativa.
El programa que prepara para este año promete. Por lo pronto, ya alista el relanzamiento del show más exitoso que haya producido: “Tenores”. El recital reunirá para fines de mayo música clásica, rock, jazz, bossa nova y, para la nueva edición, salsa. Al calendario se suma Kevin Johansen, quien llegará en julio. Los eventos coincidirán en el Gran Teatro Nacional.
¿Es complicado moverse dentro de la música alternativa?
Es un reto inmenso, sobre todo si consideramos que a los artistas que traigo los escojo con pasión, no pensando necesariamente en quién es el más popular. Aunque deba hacerse una labor de investigación.
¿Qué criterios priman?
El termómetro son las personas en contacto con Sonidos del Mundo, que solicitan algunos artistas. A mí me gusta moverme en un formato de 1,500 personas. De hecho han crecido los conciertos en pequeña escala, pero tampoco creo que los megaconciertos se hayan desacelerado.
¿Se hace más complejo conseguir auspicios en su rubro?
Es complicado, más no imposible. Los auspiciadores que nos apoyan ven en esto un beneficio porque ofrecemos una propuesta diferente. Creo que no se trata de ir a donde van todos, tampoco a contracorriente, pero sí a nuestro aire.
¿Cuántos auspiciadores necesita para un evento?
En algunos casos, podemos hablar de cuatro auspiciadores; a veces optan por un auspicio exclusivo o coauspicio. Por lo general ofrezco un paquete para que el auspiciador vea su marca a lo largo del año.
¿Qué tan factible es cerrar el año siempre en azul?
En 2015 nos fue bien con todos, excepto con Chico Trujillo que se dirige a un público con el que quizá no estaba tan conectada: el de la cumbia. Pasó que el artista se movía en un circuito de festival, fue complicado vender, no llenamos el local. Me lancé a la piscina y había poco agua.
¿Cuál fue su conclusión?
Eso no quiere decir que no volvamos a hacer cumbia, seguramente sí. El 95% de las veces nos ha ido bien, el público ha respondido.
¿Cuál es su perspectiva sobre el negocio de la música?
Es que yo no lo veo como un “negocio”, aunque no quiero perder. Quiero divertirme en el proceso, recuperar lo invertido para seguir, ayudar a que se cree un circuito.