(AFP) Argentina y México dieron la talla y se ganaron la chapa de favoritos en la primera fase de la Copa América Centenario, que dejó las sorpresas de Perú y Venezuela y los fracasos de los históricos Brasil y Uruguay.
La albiceleste con su astro Lionel Messi apenas jugando 75 minutos en total y su lugarteniente Angel di María lesionado desde el segundo partido, se las arregló para ser el único seleccionado que ganó, y claramente, sus tres partidos de primera ronda.
En su debut, Messi entró desde el banco en el segundo encuentro ante Panamá y en media hora anotó una tripleta y resolvió con goleada 5-0 un partido que no le estaba resultando fácil.
Leo apareció desde el segundo tiempo en el último choque ante Bolivia con el juego ya resuelto en el primer tiempo 3-0, y sufrió una marca pegajosa aunque mostró algunas de sus pinceladas sin marcar la diferencia.
El crack del Barcelona provoca un magnetismo especial en los estadios: sentado en el banco en los tres partidos de la fase inicial la gente reclamaba su ingreso, y cada vez que las cámaras lo enfocaban se escuchaba una ovación.
Por más que los papeles digan otra cosa, la albiceleste no la tendrá nada fácil ante Venezuela el sábado en el Gillette Stadium de Foxbourgh, cerca de Boston.
La vinotinto ya no es la que marcha última en la clasificatoria al Mundial de Rusia 2018, sino la que bajo el mando de su nuevo entrenador, Rafael Dudamel, sorprendió a todos dejando fuera a Uruguay, la selección más ganadora de Copa América, con 15 títulos.
Con ‘Tecatito’ y ‘Chicharito’
México, la otra candidata al título, también sufrió a los de Dudamel y recién en el minuto 80 le pudo empatar 1-1 para quedarse con el liderato del Grupo C, aunque le cortó a los aztecas una racha de ocho triunfos consecutivos desde que el colombiano Juan Carlos Osorio está al frente del Tri.
Al margen de ese ‘traspie’, México luce con una gran solidez en todas sus líneas con el experimentado Rafa Márquez como líder defensivo, Andrés Guardado en el medio y en la ofensiva un dúo que se las trae: Jesús ‘Tecatito’ Corona y Javier ‘Chicharito’ Hernández.
Pero ahora viene una prueba de fuego: Chile, el campeón defensor, está yendo de menor a mayor y va encontrando un ritmo y velocidad similares a los que exhibía cuando ganó la Copa América 2015 en su casa, por primera vez en la historia, bajo el mando del argentino Jorge Sampaoli.
El nuevo orientador, el también argentino Juan Antonio Pizzi, estaba siendo muy cuestionado pero en el choque de cierre de la fase de grupos aparecieron sus dos armas letales: Eduardo Vargas y Alexis Sánchez, que marcaron un doblete cada uno y dejaron las cosas listas para cuartos de final.
El ‘Rey Arturo’ Vidal, el otro pilar de la Roja, ya había dicho presente en las malas, ante Argentina (caída 2-1), y en las buenas, contra Bolivia (2-1) y Panamá (4-2).
Los Valencia
Los Valencia, Enner y Antonio, se están cargando al hombro a un seleccionado ecuatoriano que ya ha demostrado que no es apenas una tormenta de verano.
El Tri del argentino Gustavo Quinteros confirmó en la Copa América Centenario que no es casualidad su liderazgo junto a Uruguay en la clasificatoria a Rusia 2018.
Lo sabe su rival en cuartos, el anfitrión Estados Unidos, que deberá prepararse para un encuentro de mucha velocidad y precisión en el Century Link Field de Seattle (noroeste), entre las pocas ciudades de este país apasionadas por el fútbol.
Colombia paga caro la decisión del entrenador argentino José Pekerman de dar descanso a diez titulares en el último juego de la fase de grupos y cayó 3-2 con la eliminada Panamá.
Aunque la selección cafetera ya estaba clasificada, una derrota siempre genera interrogantes y Pekerman pudo haberlos evitado de cara al choque en cuartos con Perú, que dio el batacazo de la fase inicial al eliminar a la poderosa Brasil.
Si la selección inca que comanda el argentino Ricardo Gareca mantiene la viada anímica por el triunfo ante Brasil, puede causarle serios problemas a Colombia el viernes en el MetLife Stadium de East Rutherford, enfrente de Nueva York.
Pero el seleccionado cafetero cuenta con un plantel de gran nivel con James Rodríguez y Carlos Bacca al frente que se codea entre los candidatos al título de la Copa América.
Regreso temprano
Brasil, la gran potencia sudamericana ahora en decadencia, sumó la Copa América Centenario a su lista de fracasos desde que en su Mundial 2014 recibió un cachetazo de Alemania en semifinales que dejó a un país atónito.
Dunga, que reclamaba paciencia tras ser eliminada la Seleçao por Perú en primera ronda, fue eyectado del cargo apenas regresó a Río de Janeiro con un palmarés inadecuado para el pentacampeón mundial, que incluye un sexto puesto en el premundial, por ahora sin boleto a Rusia.
Ahora se busca urgente entrenador para preparar al equipo olímpico que en agosto buscará en Río su primera medalla de oro en fútbol, la única que le resta ganar a este país acostumbrado a los grandes trofeos en este deporte.
Tite, el exitoso timonel del Corinthians, ya ha mantenido conversaciones con la dirigencia brasileña pero aún no hay fumata blanca.
Uruguay, una selección ducha en estas lides continentales, también fracasó y se despidió en primera ronda pero, a diferencia de Dunga, el ‘maestro’ Oscar Tabárez tiene pergaminos suficientes como para asegurarse la continuidad en el largo proceso de una década al frente de la celeste: su selección lidera la eliminatoria sudamericana en un premundial sumamente parejo.