La experiencia de tomar un taxi en las diferentes ciudades del mundo ha cambiado gracias a las aplicaciones para smartphones que se han creado, por ejemplo, Uber y Cabify.
Ambas ‘apps’ permiten solicitar un vehículo en el lugar indicado por el usuario, con una tarifa promedio y un conductor que el cliente puede conocer antes de que este llegue al sitio pactado.
Según explica el Mercurio, tanto Cabify (España) como Uber (EE.UU.) emplean en su servicio los mapas de Google (Google maps). Básicamente, un algoritmo utiliza la geolocalización para determinar qué taxi se encuentra más cerca del usuario.
En tanto, ambos servicios se diferencian porque mientras la aplicación creada en EE. UU. puede variar su tarifa, por lo que usa un algoritmo para determinarla, Cabify tiene una fija. Para este último, la calidad del mapa resulta vital.