Tras una década de estudio y seguimiento, PREDIMED ha publicado un estudio sobre cómo afecta la dieta mediterránea en la salud.
Aunque en un principio la finalidad de este estudio iba dedicado a saber si la dieta ayudaba a prevenir enfermedades cardiovasculares, se ha descubierto, casi sin pretenderlo, que el aceite reduce las posibilidades de desarrollar cáncer de mama.
El estudio, que ha publicado la revista ‘JAMA Internal Medicine’, se encargó de separar a las participantes, 4,282 mujeres, en tres grupos: uno tomaría hasta cuatro cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra al día (50 gramos diarios), otro potenciaría el consumo de los frutos secos (30 gramos diarios de nueces, almendras o avellanas) y el último llevaría una dieta baja en grasa.
De entre todas las participantes, solo 35 de ellas desarrollaron cáncer de mama, un número muy bajo ya que la estadística actual indica que lo desarrollan 1 de cada 8 mujeres. Esto puede deberse, según indican los autores, a que los tres grupos llevaron una dieta bastante sana.
Aunque, en el caso del grupo en el que se potenció el consumo del aceite de oliva virgen extra se apreció una reducción de riesgo a desarrollar la enfermedad de un 68%. Con los frutos secos también se observó cierta protección pero no tan llamativa.
Sin embargo, según los autores todavía no se pueden tener datos certeros ya que el estudio ha tenido ciertas limitaciones por el reducido número de casos. Aunque bien es cierto que el aceite de oliva virgen sería capaz de detener la evolución de algunas células malignas muy incipientes, según el investigador principal del estudio.
Diario Expansión de España
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