(Bloomberg).- El teléfono inteligente más reciente de Sharp Corp. hace todo lo que los consumidores podrían esperar, desde realizar llamadas y enviar mensajes de texto hasta acceder al correo electrónico y configurar las alarmas. También se ve -y baila- como un robot que viste un esmoquin.

El RoBoHoN está lleno de funciones que incluyen un asistente digital, reconocimiento de voz, proyector incorporado y procesador de cuatro núcleos. El teléfono de 19 centímetros de alto, que camina y habla, fue el gran lanzamiento de Sharp para llamar la atención en la reciente muestra electrónica de consumo CEATEC en Tokio. Un comercial de la compañía muestra a un hombre caminando por la calle con la cabeza redonda del robot presionada contra su oreja mientras habla por sus pies.

Después de acumular US$ 13,000 millones en pérdidas en los últimos cuatro años, Sharp está tratando de encontrar una manera de volver a la rentabilidad y relevancia en una industria de electrónica de consumo donde su marca ha sido eclipsada por Apple Inc., Samsung Electronics Co. y Sony Corp.

“Sharp se había olvidado de ser afilada y pertinente en sus ideas de negocio y en la demanda de los consumidores”, dijo Yoshisuke Hasegawa, director sénior a cargo del negocio de electrónica de Sharp. “Estamos revisando la forma en que hacemos la electrónica de consumo y vemos a RoBoHoN como el primer producto con un impacto”.

Sharp, conocida como una marca para todo, desde el primer lápiz mecánico del mundo hasta televisores y hornos de microondas, se ha convertido más en un proveedor en los últimos años para ganar ventas, incluyendo la producción de pantallas de cristal líquido para los iPads de Apple.

Volverse competitivo como fabricante de electrónica de consumo puede requerir aprovechar algunas oportunidades y arriesgarse al ridículo, lo que hizo Sharp cuando la conferencia de prensa para RoBoHoN estalló en risas cuando un hombre bien vestido entró con un robot en miniatura presionado a la oreja.

Sin inmutarse, los ejecutivos luego demostraron cómo RoBoHoN responde a un comando de voz para tomar una selfie y luego se inclina para mostrar la imagen en una mesa a través de un proyector instalado en su cabeza. Puede repetir recordatorios como “recuerde ir a comprar pasta de dientes” y también ser un videoteléfono en movimiento o un altavoz.

“Para bien o para mal, la innovación viene con algo de sorpresa”, dijo Tomotaka Takahashi, quien diseñó el dispositivo.

La compañía con sede en Osaka planea construir una plataforma de aplicaciones para RoBoHoN antes de su lanzamiento comercial en el primer semestre de 2016 y está buscando socios.

El precio de RoBoHon no está decidido, dijo Hasegawa.