(Bloomberg).- Retrospectivamente, hubo una clara dosis de riesgo en la decisión de Tesla Motors Inc. de instalar hardware Autopilot en todos los autos que salieron de la línea de producción desde octubre del 2014.
Pagó el precio, ya que los reguladores federales investigaron el choque mortal de un Model S mientras circulaba en modo de asistencia al conductor y los críticos fustigaron a Tesla por utilizar esa tecnología demasiado pronto.
Pero también tuvo su recompensa. La compañía recogió más de 1,300 millones de millas (2,100 millones de kilómetros) de datos con vehículos equipados con Autopilot que operaban en diversas condiciones viales y meteorológicas en todo el mundo. Y en la frenética carrera por sacar a la calle el primer vehículo autónomo plenamente funcional, ese tipo de inteligencia masiva del mundo real puede ser invalorable. De ese modo, por ahora, el fabricante de autos eléctricos les ha sacado ventaja a competidores como Google, General Motors Co. y Uber Technologies Inc.
“No hay duda de que Tesla lleva ventaja”, dijo Nindhi Kalra, especialista sénior en ciencias de la información de The Rand Corporation. “Puede aprender de una variedad más amplia de experiencias y a un ritmo mucho más veloz que una compañía que está haciendo pruebas con conductores y empleados entrenados al volante”.
La gran promesa de la conducción autónoma es que salvará vidas, y un informe de abril de Rand, del que Kalra fue coautor, advertía que los autos “tendrían que ser conducidos a lo largo de centenares de millones de millas y a veces centenares de miles de millones de millas para demostrar su seguridad”. Los datos mandan; cuantos más se tengan, más rápido aprenderán los algoritmos.
Obviamente, no todas las millas son iguales: están las semiautónomas y las totalmente autónomas, las del mundo real y las simuladas, las de autopistas y las recorridas en entornos urbanos complicados. Sin embargo, Tesla está “en una situación muy singular para hacer avanzar el estado actual de la conducción algorítmica y el aprendizaje de máquinas en el transporte personal”, dijo Adam Jonas, analista principal de autos y movilidad compartida de Morgan Stanley, en una nota reciente a los clientes.
Los 1,300 millones de millas de datos que Tesla dice haber recogido incluyen los cubiertos por sus vehículos aun cuando el Autopilot no está encendido: opera en “modo fantasma”, con sensores que rastrean los datos del mundo real cuando está apagado. En mayo, un ejecutivo de Tesla dijo en una conferencia del Instituto de Tecnología de Massachusetts que los autos habían recorrido 100 millones de millas con Autopilot en funcionamiento activo. En octubre, Musk informó en Twitter que el número de millas acumuladas con Autopilot encendido era de 222 millones.
“Ya sea que lleve la delantera o no, Tesla sin duda posee toneladas de datos”, señaló Richard Wallace, director de análisis de sistemas de transporte del Centro para la Investigación Automotriz de Ann Arbor, Michigan. “Va a poder analizarlos por los cuatro costados y seguir perfeccionando los algoritmos”.