Por Pedro José Crespo
Para Ben Schneider, presidente ejecutivo de Indra Perú, el que manda es el cliente. Lo dice con la misma convicción con la que se presenta al mercado peruano como ejecutivo, autor, columnista, académico y como líder en una corporación que desarrolla 20,000 proyectos al año, con una facturación corporativa de US$ 3,000 millones, de los cuales, € 600 millones fueron invertidos solamente en I+D en los últimos tres años.
“Con este modelo, no nos preocupa tener cuota por un producto específico; nosotros buscamos, aunque suene a cliché, que primen los requerimientos de nuestra diversidad de clientes”, explica.
Mientras Schneider inicia con la explicación de sus soluciones, es difícil entender la real magnitud del negocio, pero permite notar que su potencial de impacto en el bienestar del mundo es basto. En pocas palabras, la firma tiene una solución para cada gran problema de las ciudades. “Empresas tecnológicas como la nuestra están en un nicho de vanguardia que tiene que ir proyectando el futuro y, a partir de ahí, saber cómo desarrollar su capacidad de romper con el pasado con facilidad para no quedarte anclado”, explica.
Es con esta filosofía que la empresa española de tecnología se ha convertido en un líder del “internet de las cosas” y un gran jugador en Latinoamérica, donde el 30% de sus ingresos se obtienen de la región, además de su fuerte presencia en Europa y África.
Con un portafolio de soluciones que van desde la semaforización inteligente de metrópolis hasta el campo del agua y la emisión de gases tóxicos, para Indra todo tiene una tecnología aplicada, y lo demuestra su más reciente implantación SAP en Petroperú, con la que ha logrado poner al país como una referencia de desarrollo tecnológico en el sector del petróleo en el mundo.
“Para superar el desafío de la implantación de una solución de petróleo, tan atípico para el Perú, tienes que tener capital especializado que ejecute y transfiera tecnología. Ha sido el hito del 2014 por dos cosas: por su envergadura y porque fue el resultado de la conjunción de conocimiento entre nuestro talento local, nuestros Centros de Excelencia y los laboratorios de software que Indra tiene en el mundo entero”, detalla el ejecutivo.
Mientras Schneider continúa divirtiéndose en sus estudios para lograr el Doctor Business Administrator (DBA), no desenfoca el cometido de continuar con el crecimiento de doble dígito anual. En su caso, todo con efectividad y rapidez. “Hay una brecha de velocidad cuando la tecnología se acelera, que si uno no entiende lo que está pasando en el mundo estamos comprometiendo el futuro de nuestros negocios”, concluye.