San Francisco (AFP).- Silicon Valley, epicentro de la industria tecnológica en Estados Unidos, eligió claramente su campo en las elecciones presidenciales al no ocultar su aversión por el republicano Donald Trump.
Los titanes de la alta tecnología están inundando de dólares la campaña de la demócrata Hillary Clinton, y muchos no han dudado en participar directamente en ella.
Steve Wozniak, Ev Williams, Jimmy Wales y Pierre Omidyar, cofundadores de Apple, Twitter, Wikipedia y eBay, respectivamente, figuraron entre los firmantes de una carta abierta en la que se advierte que la llegada de Trump a la presidencia sería “un desastre para la innovación”.
El magnate republicano propuso “cerrar” una parte de internet por razones de seguridad, al tiempo que criticó a Apple por fabricar sus productos en el extranjero y a Amazon por evadir impuestos.
“Trump representa lo opuesto a lo que ellos (en Silicon Valley) proponen: recibir a los inmigrantes, un orden mundial cosmopolita”, subraya Geoffrey Skelley, del Center for Politics de la universidad de Virginia.
Para Melinda Jackson, profesora de ciencias políticas en la universidad de San José, Trump “da la impresión de mirar hacia atrás (…) cuando en Silicon Valley todo gira en torno a la innovación”.
Mientras Google afirma que su misión consiste en hacer que toda la información esté libremente disponible y Facebook dice que quiere conectar a todo el planeta, Trump promete construir un muro en la frontera con México.
Mark Zuckerberg, director y cofundador de Facebook, llamó en abril a los creadores de aplicaciones para la red a “elegir la esperanza y no el miedo” y ayudar a construir puentes antes que muros.
Otro fundador de Facebook, Dustin Moskovitz, y su esposa, anunciaron que darán 20 millones de dólares a la campaña de Clinton y al partido Demócrata tras afirmar que en caso de un triunfo de Trump el país “retrocederá”.
Apple renunció este año a financiar y dar soporte logístico a la convención republicana, evocando las declaraciones de Trump sobre los inmigrantes, las minorías y las mujeres.
Su director, Tim Cook (que había figurado en la lista de candidatos a la vicepresidencia en la fórmula demócrata) y la viuda de su emblemático predecesor Steve Jobs organizaron una campaña de recolección de fondos para la fórmula demócrata.
“Las raíces de los Clinton, en particular de Hillary, son profundas” en Silicon Valley, subrayó Melinda Jackson.
Mandar a Trump al espacio
Entre los más férreos opositores a Trump figura el cofundador de LinkedIn, Reid Hoffman, que prometió 5 millones de dólares a asociaciones de ayuda a veteranos de guerra si el magnate republicano acepta revelar sus declaraciones de impuestos.
Trump también está inmerso en una violenta disputa con el presidente de Amazon, Jeff Bezos.
Bezos utiliza al Washington Post, que adquirió hace tres años, como “una herramienta de poder político contra mí” y para que “los políticos de Washington no graven a Amazon como deberían”, denunció el magnate.
En su réplica, Jeff Bezos le dijo a Trump que tenía lugar para él en un cohete de Blue Origin, otra de su empresas, para que se vaya al espacio.
Uno de los raros apoyos con que el republicano cuenta en el valle californiano es el cofundador de PayPal Peter Thiel, que donó 1,25 millones de dólares a la campaña del republicano.
En respuesta, Ellen Pao, expresidenta de Reddit, cortó todo vínculo entre su proyecto de promoción de la diversidad “Include” y la incubadora de startups Y Combinator, que tiene entre sus socios a Peter Thiel.