Es innegable que el nuevo Galaxy Gear posee funcionalidades destacables, entre ellas, permitirá hacer llamadas telefónicas, mostrar mensajes de texto o de correo electrónico, grabar video y tomar fotos. Con estas características a su favor, se puede decir que Samsung ha sido capaz de desarrollar un dispositivo elegante.

Pero ¿el concepto ‘pegará’ en un gran número de usuarios? Para Larry Magid, quien escribe acerca de tecnología en Forbes, Gear es un “accesorio bonito” pero no lo suficientemente revolucionario. Y es que el reloj no hace nada que un telefóno inteligente cualquiera no pueda hacer.

El valor principal del smartwatch está en su utilidad como accesorio de otro dispostivo móvil: permite hacer llamadas, leer mensajes o tomar fotos sin necesidad de que el usuario ‘llegue’ hasta su bolsillo o bolso. “La molestia de tener que cargar todos los días con ambos aparatos oscurece mi entusiasmo”, dice.

“También me pregunto si este o cualquier otro smartwatch resuelve un problema lo suficientemente grande como para ser universalmente convincente. Después de todo, no es tan difícil llevar el teléfono en el bolsillo”, comenta Magid.

Similar posición tiene Ewan Spence, colaborador del mismo medio. Para él, la surcoreana -al igual que muchas otras empresas tecnológicas- ha presentado su nuevo producto como si fuera algo revolucionario, cuando en realidad no lo es.

De acuerdo al analista, Samsung no puede jactarse de haberle mostrado al mundo una solución radical o un concepto bastante atractivo -sobre todo- para los usuarios de otros relojes inteligentes -Pebble, el SmartWatch de Sony, etc-.

Por su parte, JP Mangalindan, de Fortune, lamenta que los usuarios que no podrán contar con un Galaxy Note III no podrían sacarle el máximo provecho al Galaxy Gear. Aunque la compañía ha adelantado que el aparato funcionará con otros miembros de la familia Galaxy en un futuro, no ha especificado cuándo sería posible, pero aún así el reloj solo funcionará con unos pocos dispositivos.

Esto limita severamente las posibilidades de que una gran cantidad de usuarios esté dispuesta a adquirir el nuevo producto. “Al final, la persona tendrá que gastar US$ 300 para comprar el reloj y, además, desembolsar otro monto para hacer lo propio con el Note III. Eso es demasiado para mucha gente”, sentencia.

La duración de la batería del Galaxy Gear es de 25 horas, aproximadamente. Eso está bien para un teléfono celular, pero es decepcionante cuando se trata de relojes inteligentes, solo basta mencionar que Pebble dura hasta una semana, anota JP Mangalindan. ¿Y usted pagaría US$ 299 por el nuevo producto de Samsung?