(Bloomberg).- Un robot está a punto de incorporarse al grupo de asesores financieros de Merrill Lynch de Bank of America Corp.
La firma ha puesto a docenas de empleados a trabajar en un prototipo automatizado de inversión para Merrill Edge, que apunta a cuentas de menos de US$ 250,000, según dos personas familiarizadas con el proyecto. Bank of America busca dar a conocer el servicio el año próximo, dijeron las personas, que pidieron que no se revelara su identidad en relación con declaraciones sobre planes de la compañía.
Los bancos consideran que los asesores robóticos, que usan algoritmos para proporcionar asesoramiento sobre inversión online y con escaso o ningún contacto humano, son una tecnología innovadora que puede contribuir a atraer a inversores más jóvenes antes de que adopten la plataforma de un competidor. Ejecutivos de Morgan Stanley, que tiene la firma operadora estadounidense con mayor cantidad de asesores humanos, y Wells Fargo Co. han dicho hace poco que desarrollarían o adquirirían un asesor robótico.
“Es una verdadera amenaza contra nuestra actividad, ya que desarrollamos una actividad de servicio completo, de alto valor agregado e interpersonal, lo cual no es para todo el mundo”, dijo en junio John Shrewsberry, el máximo responsable financiero de Wells Fargo. “Generaciones de futuros inversores podrían sentirse más atraídos por algo menos interpersonal y más tecnológico”.
Bank of America considera que hay buenas oportunidades “para un ofrecimiento de asesoramiento robótico que podría complementar los consejos y la guía que brindan nuestros asesores de soluciones financieras”, dijo Anne Pace, una portavoz de la compañía.
Betterment, Wealthfront
Entre los emprendimientos que popularizaron el asesoramiento robótico se cuentan Betterment LLC, que se lanzó en 2010 en la conferencia TechCrunch Disrupt de Nueva York, y Wealthfront Inc., que tiene sede en Silicon Valley.
Los usuarios, que tienden a tener elevados ingresos antes de cumplir los 50 años, proporcionan online o por medio de una aplicación para móviles su tolerancia al riesgo, edad, ingresos y objetivos. Los algoritmos sugieren inversiones que por lo general integran una canasta de fondos que cotizan en bolsa de bajo costo, equilibran el mercado con regularidad y dan cuenta de las pérdidas a los efectos de una mayor eficiencia impositiva.
Al no tener asesores humanos -el personal es el mayor gasto de toda firma de valores-, las nuevas empresas podrán cobrar comisiones de 0.5% de los activos que administran o menos. Eso perjudica a los operadores de servicios completos, que suelen cobrar comisiones anuales de por lo menos 1%.
En una inversión de US$ 100,000, la diferencia podría significar ahorros de más de US$ 50,000 en 20 años con los mismos retornos anuales. La brecha puede ampliarse porque los fondos que cotizan en bolsa que usan los asesores robóticos son más baratos que la mayor parte de los fondos de inversión que venden personas.
“La diferencia en costo para el consumidor es tan importante que resulta imposible obviarla”, dijo en una entrevista Bob Hedges, un socio de la firma consultora A.T. Kearney.
El sector ha experimentado un fuerte crecimiento, de casi cero en 2012 a un pronóstico de US$ 300,000 millones en activos administrados a fines del año próximo, según un informe de junio de A.T. Kearney. Tan sólo este año, Betterment casi triplicó sus activos y llegó a US$ 3,000 millones. Según el informe, los asesores robóticos podrían administrar US$ 2.2 billones para 2010.