El fallecido crítico de cine Robert Ebert famosamente declaró que los videojuegos bien existen juegos específicos para entrenar el cerebro y mejorar la memoria o la concentración, Stark cree que acercamientos al tema más amplios, como juegos complejos, clases de idiomas o incluso viajar al extranjero, podrían ser más beneficiosos para la salud cerebral.
Vivir una vida “cognitivamente activa”, como la llama, que también cautive nuestra imaginación y sentido de la maravilla es una manera natural de prender una serie de diferentes procesos cerebrales y potencialmente mejorar su funcionamiento como resultado. nunca serían arte, para el enojo de los fanáticos del mundo entero.
Mientras que el valor artístico de clásicos como Portal o Doom continúa siendo materia de debate, otro grupo de escépticos sobre el valor de los videojuegos formado por investigadores médicos están empezando a pensar en la idea de que entrar al mundo virtual de los videojuegos podría tener un valor que trasciende la diversión pura.
Estudios de la década pasada han hallado que los individuos que frecuentemente juegan videojuegos de acción, como los de disparos en primera persona, superan a los no-jugadores en una variedad de medidas perceptivas y cognitivas actividad visual, toma de decisiones, seguimiento de objetos y flexibilidad para cambiar de tareas, por nombrar algunas. Incluso jugadores de juegos casuales, como Bejeweled Blitz o Candy Crush , reportan mejoras en la memoria y respuestas más rápidas como resultado.
Ahora, los investigadores han descubierto que jugar juegos en 3D , aquellos que sumergen al jugador en un mundo tridimensional más parecido a la percepción en primera persona de la vida real, podrían mejorar la memoria y estimular el cerebro.
Un nuevo estudio publicado este mes en el Journal of Neuroscience entrenó a estudiantes de educación terciaria tanto con un juego en 2D (Angry Birds) como con un juego en 3D (Super Mario 3D World).
Los sujetos tenían poca o nula experiencia con videojuegos antes del experimento, y fueron instruidos a jugar media hora por día por dos semanas. Luego de el período de entrenamiento, los grupos fueron sometidos a pruebas de memorias para activar el hipocampo del cerebro, que está fuertemente envuelto en la formación de nuevas memorias y se estimula cuando navega por un ambiente poco familiar.
“A veces se le llama memoria explícita o declarativa, pero lo que realmente importa es la capacidad de recordar detalles de cosas que han pasado, y ahí es que entra el hipocampo”, dijo el autor del estudio Craig Stark, profesor de neurobiología y comportamiento en la Universidad de California en Irvine.
Por ejemplo, estudios estructurales de resonancia magnética han encontrado un volumen cortical significativamente mayor en el hipocampo posterior de los taxistas londinenses, individuos con una extensa experiencia en navegación, con conocimiento de primera mano de decenas de miles de calles. Stark y sus colegas querían determinar si la exploración de un entorno virtual llevaría a efectos similares en el hipocampo mediante el uso de un juego en 3D .
El grupo que jugó al Super Mario 3D World mejoró sus resultados por cerca de 12% luego de las dos semanas de entrenamiento, con un desempeño correlativo a la cantidad de exploración alcanzada en el entorno del juego, mientras que el grupo que jugó Angry Birds no mostró un progreso significativo. Para tener una idea de la magnitud de esta mejora, un puntaje típico de estas pruebas de memoria cambia de la misma manera entre personas de 45 y 70 años.
“La cantidad que hemos sido capaces de mejorar el desempeño de la memoria al jugar videojuegos representa entre 20 y 30 años de decadencia cognitiva”, explicó Stark en una entrevista. “Pero sería una de esas cosas que requieren constante mantenimiento, como ir al gimnasio. Trabajar realmente duro por un mes está muy bien, pero no durará por el resto de tu vida”.
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Luego de dos semanas de no jugar, la mejora del desempeño de la memoria en los jugadores de videojuegos en 3D comenzó a disiparse. Pero Stark, cuya investigación se centra en cómo el circuito del hipocampo cambia con la edad, planea seguir investigando cómo los videojuegos y otras experiencias estimulantes y enriquecedoras pueden ayudar a disminuir la decadencia cognitiva de la edad en una población más adulta cuya memoria ya está en decadencia.
“No es que crea que hay algo mágico acerca de los juegos en 3D “, dijo. “Creo que tocan un montón de cosas: son complejos, divertidos, enganchan y son inmersivos. Y creo que eso es lo que realmente lleva a la mejora de la memoria”.
Si bien existen juegos específicos para entrenar el cerebro y mejorar la memoria o la concentración, Stark cree que acercamientos al tema más amplios, como juegos complejos, clases de idiomas o incluso viajar al extranjero, podrían ser más beneficiosos para la salud cerebral. Vivir una vida “cognitivamente activa”, como la llama, que también cautive nuestra imaginación y sentido de la maravilla es una manera natural de prender una serie de diferentes procesos cerebrales y potencialmente mejorar su funcionamiento como resultado.
Diario El Observador de Uruguay
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