Diario Expansión de España
Red Iberoamericana de Prensa Económica (RIPE)
Es poco probable que alguien encuentre este año los lentes de Google bajo el árbol. Tras el anuncio del periodo abierto de pruebas a principios de 2013, el avance de las archiconocidas Google Glass sólo puede calificarse como glacial. La versión para desarrolladores puede adquirirse por unos 1,300 euros.
Este es el modelo que suele verse en congresos y ferias. ¿El producto final? Aún no tiene fecha de comercialización y la falta de foco por parte del gigante de la red ha acabado con la paciencia de algunos de los desarrolladores. Twitter, por ejemplo, ha aparcado los planes de crear una aplicación específica para los lentes.
Entre la comunidad de «exploradores», nombre que reciben quienes están probando el dispositivo en fase beta, la opinión más extendida es que el objetivo inicial de Google de posicionar el producto como accesorio de moda ha cambiado y que la compañía ahora está evaluando Glass más como una herramienta para trabajadores de sectores específicos, como hospitales o talleres.
Google, sin embargo, asegura que el proyecto sigue adelante. El Wall Street Journal apunta esta semana a un cambio importante en la lista de proveedores de componentes. La próxima versión de Glass podría usar un procesador de Intel en lugar de uno fabricado por Texas Instruments. Varios analistas han señalado este cambio como positivo y una prueba de que la versión comercial podría no estar lejos.
La situación de Glass es un reflejo general del mercado de los dispositivos de electrónica «vestible». Tras el entusiasmo inicial despertado por esta tecnología, la recepción del mercado no está siendo alentadora.
Un estudio elaborado por Samsung y la consultora Centre fr Retail Research cifra en unos 198 millones de euros los ingresos en España por ventas de este tipo de productos. Es importante señalar que la cifra tiene en cuenta también el mercado de las «cámaras inteligentes». Los crecimientos son altos, superiores al 110%, pero sólo porque se parte de un mercado prácticamente inexistente.
En total en 2014 se venderán en España unos 180,000 relojes inteligentes, más de la mitad de ellos en este último tramo del año, que coincide con la época de compras navideñas. En el apartado de «lentes inteligentes» la cifra apenas llega a unas 15,000 unidades. El único producto que parece tener cierta tracción en el mercado son las pulseras y sensores orientados al fitness y la salud. En España este año se venderán más de 1.2 millones de unidades.
Todo apunta a que estos dispositivos, de menor precio, serán también uno de los regalos más populares. Sólo en el periodo navideño se venderán 350,000 unidades.