A pesar de que Android domina el mercado de smartphones y tablets en todo el mundo, los encargados de llenar nuestros dispositivos inteligentes de apps anteponen, por norma, su lanzamiento en el sistema de Apple.
Durante años, los desarrolladores de aplicaciones han decidido diseñarlas primero para iOS, el sistema operativo que comparten todos los dispositivos de Apple, y relegar la versión para Android a un segundo plano.
El plan de actuación tradicional es adaptarlas una vez hayan tenido éxito en la plataforma de los de Cupertino. No se trata de una cuestión elitista, ni de un capricho de estos profesionales: un razonamiento lógico respalda su predilección.
En primer lugar, los propietarios de iPhones y iPads suelen procurar más ingresos a los creadores de las aplicaciones. Si bien la Play Store de Google ganó en descargas en el tercer trimestre de este año, en la tienda de Apple se gastó más.
Según la consultora App Annie, especializada en este tipo de herramientas, la facturación que registró la App Store superó en un 60% a la de su competidora en este mismo periodo, por lo que es más rentable lanzar una app en iOS aunque sume, a priori, menos instalaciones.
Demasiadas ‘golosinas’ Android
Otra cuestión importante es la gran cantidad de versiones de Android que circulan por los millones de dispositivos compatibles con este sistema operativo. Si bien la mayoría de los productos de Apple funcionan con la última actualización de iOS (o con la penúltima), el mercado Android es de lo más ‘dulce’.
Algunos terminales seguirán siendo fieles a Ginger Bread (versión lanzada en 2010), otros se habrán pasado a Jelly Bean (la más común, según la compañía especializada en tecnología OpenSignal) y los más avanzados tendrán instaladas Kit Kat o Lollipop.
Esta variedad obliga a los desarrolladores a lanzar diferentes versiones de sus apps para que funcionen en todos los dispositivos Android del mercado. Un esfuerzo extra que conlleva un aumento considerable de los gastos de ‘fabricación’ de la herramienta y que hará que siempre sea más barato lanzarlas para iOS.
Facebook confía en Android
¿Pero existe una manera de revertir esa tendencia? Facebook cree que sí. Según publica la versión inglesa de Business Insider, la red social tiene intención de apostar por el sistema operativo de Google y parte de su equipo europeo se ha lanzado a la caza y captura de desarrolladores que vayan en contra de la corriente generalizada en el mundo app.
Quizás pensando en que sus próximos millones de clientes llegarán a ellos gracias a smartphones Android de bajo coste, el rey de los social media quiere ofrecer lo mejor de sí mismo en este sistema operativo. Julien Codorniou, director de Facebook en Europa, Oriente Medio y África, justifica la decisión de la compañía aludiendo, sobre todo, a esta ingente cantidad de usuarios.
«Cuando se trata de monetizar una aplicación la mejor opción es iOS», explica Codorniou, «pero su alcance no puede compararse con el de Android y los desarrolladores se están empezando a dar cuenta de la desventaja y la pérdida de dinero que les puede suponer elegir una plataforma con una audiencia menor».