Para algunos observadores, el gigante de la manzana ha retrocedido un paso en términos de innovación tras la muerte de su cofundador, Steve Jobs, paralelamente, otros aficionados a la tecnología consideran que Apple ha perdido su ‘factor cool’.
Según detalla Fortune, en su ADN corporativo, los de Cupertino aún mantienen cualidades sorprendentes dado a su tamaño. Todavía se trata de una empresa dominante. Apple cuenta con muchas oportunidades para reinvertarse a sí misma. Eso sí, subestimar las habilidades de la “tripulación de Jobs” sería una tontería.
El hecho de que la norteamericana no haya ofrecido ejemplos concretos en cuanto a sus próximas ideas revolucionarias, no significa que no tiene la intención de sorprender y deleitar a sus clientes una vez más, asevera el portal en mención.
Por ello, el sucesor del iPhone 5 significaría una oportunidad para que la manzana recupere terreno en innovación. Pero ¿con qué elementos diferenciadores y realmente revolucionarios debería contar el nuevo dispositivo de la firma?
Para el sitio español ABC, la clave estaría en un lector de huellas dactilares, en la posibilidad de hacer videollamadas FaceTime en alta definición (FullHD 1080p) y en la incorporación del modo ‘slow-motion’ en la cámara del siguiente smartphone de Apple.
Según revelaron -en abril pasado- fuentes de la cadena de suministro del nuevo terminal en Taiwán al diario británico The Telegraph, el nuevo iPhone contaría con un sensor de huellas dactilares, orientado a sustituir el sistema de desbloqueo basado en contraseña.
De ser así, el siguiente dispositivo de la manzana desactivaría el bloqueo con sólo reconocer las huellas de su propietario. No obstante, la búsqueda de integrar el referido ‘software’, en reemplazo del botón Home actual, habría motivado un retraso en el lanzamiento del teléfono.
“Esperamos que el iPhone 5S tenga un chip de huellas dactilares en el botón de inicio, la mejora de la seguridad y facilidad de uso”, dijo el analista de KGI Securities, Ming-Chi Kuo, en marzo de este año.
En tanto, 9to5mac adelantó que el esperado sucesor incorporaría en la cámara el modo ‘slow-motion’, con lo cual la manzana podría recuperar su ‘factor cool’. “Nuestras pruebas indican que la característica puede permitirle al nuevo iPhone grabar vídeo a una velocidad de 120 fotogramas por segundo”, señala la web.
Entre otros cambios en agenda, destacaría un procesador aún más rápido. De acuerdo a ABC, podría tratarse de un A7, que tendría velocidades superiores a los actuales 1,2 Ghz, muy por debajo de los 1,9 Ghz que ofrece el Snapdragon que integra el Samsung Galaxy S4.
El diseño no deja de ser un punto importante, pues un modelo similar al actual pondría en duda la capacidad de imaginación de Apple. Asimismo, de acuerdo a los últimos rumores, el nuevo terminal tendría un tamaño superior al de sus actuales 4 pulgadas: 5,7 pulgadas aproximadamente. Los bordes también podrían ser dejados de lado.
Por último, en cuanto a la memoria del dispositivo, la firma podría optar por ampliar la memoria (iPhone 4S maneja tres alternativas: 16, 32 o 64 GB) o introducir un lector de tarjetas.
Con estos elementos o una parte importante de ellos -como un lector de huellas dactilares incorporado en el próximo iPhone-, ¿cree que Apple finalmente podría recuperar su trono como titán de la innovación tecnológica?