(Bloomberg) Un creciente optimismo respecto del próximo iPhone ha llevado a Apple Inc. a récords históricos. Al otro lado del planeta, una empresa taiwanesa menos conocida comparte la euforia.
Hon Hai Precision Industry Co., el principal ensamblador de los teléfonos inteligentes de la compañía de Estados Unidos, subió 29% el año pasado, cuando sus acciones alcanzaron su nivel máximo en una década por el optimismo a raíz del décimo aniversario del iPhone de Apple. Eso ayudó a la empresa más grande de Foxconn Technology Group a desafiar al desfalleciente mercado de celulares por las expectativas de que Apple aproveche el aniversario para presentar su aparato más popular y avanzado hasta hoy.
Luego está Terry Gou, que está reformulando Foxconn de cara al futuro. El fundador multimillonario instaló robots en todo un colosal grupo que se extiende desde China hasta el Sudeste Asiático para fortalecer su capacidad de producción e invirtió en campos emergentes que van de la realidad virtual a la inteligencia artificial. Encabezó la compra de Sharp Corp., transformando al alicaído gigante japonés en una compañía que triplicó su valor y que hoy invierte miles de millones en forma conjunta. Como muestra del resurgimiento en marcha, el viernes Sharp subió su pronóstico de ganancias operativas anuales en 27%.
El enfoque de Foxconn no invade el terreno de su mejor cliente en la medida en que deje de ser un negocio de ensamblado que depende de la rentabilidad. Aunque Sharp tiene poca relevancia en el segmento de los teléfonos inteligentes, cuenta con una valiosa tecnología de pantallas que Apple utiliza, además de un nombre que ha perdurado en productos electrónicos y que impulsaría las ambiciones de Gou de avanzar en la cadena de valor.
Hon Hai, como integrante de un consorcio de Foxconn, adquirió el control de Sharp el año pasado, y la firma japonesa da muestras de vida tras años de ser vapuleada por rivales coreanas. Ambas están construyendo una fábrica de pantallas de cristal líquido en la ciudad de Guangzhou, en el sur de China, que para 2019 producirá en serie las pantallas de TV de la próxima generación. La firma japonesa asignó 200.000 millones de yenes (US$1.800 millones) al desarrollo de instalaciones de pantallas con diodos emisores de luz, apostando a una tecnología que se espera que Apple adopte en los futuros iPhones.
El esfuerzo de diversificación de Foxconn y Hon Hai, sumado a la euforia por el iPhone, ayudó a mantener robusto el precio de la acción frente a las malas noticias, y cerró a 90 dólares nuevos de Taiwán el viernes. El mes pasado, la compañía registró su primera declinación de ingresos anual en la historia. Como el próximo iPhone no saldrá al mercado hasta la segunda mitad del año, los analistas prevén que Hon Hai pronto informará su primera caída en los ingresos netos anuales desde 2008, un año después del debut del iPhone.
En el corto plazo, Hon Hai seguirá lidiando con la desaceleración en sus mercados clave: dispositivos móviles y computadoras personales. Se estima una declinación de un 3% en las ganancias y de un 13%en la utilidad neta en 2016. Pero el crecimiento de las ganancias podría repuntar hasta 12,2% este año, según el promedio de los cálculos de los analistas compilados por Bloomberg.
Apple podría vender entre 20 y 23 millones de iPhones durante el trimestre de diciembre solo en China, estima Counterpoing Research. Eso significa un 20% más que los 17 millones que obtuvo cuando lanzó el iPhone 6S y el iPhone 7 en años anteriores, un gran avance para la compañía en su único mercado más grande fuera de Estados Unidos.