Para Peter Suciu, de Fortune, “una gran batalla se está gestando en el mundo de los videojuegos”. ¿Los protagonistas? Sony y Microsoft, pues Nintendo ha quedado ampliamente detrás de sus competidores al recurrir a los clásicos de siempre, sin evidenciar signos de innovación.
La presentación de Microsoft se centró en el software. En la conferencia de prensa -que la firma llevó a cabo en la feria E3- ofreció un vistazo a los títulos exclusivos para la nueva consola Xbox One, y anunció su introducción en el mercado a partir del 21 de noviembre a US$ 499.
Pero Sony dio un rotundo golpe a su rival al anunciar el precio de su próxima PlayStation 4. La consola también llegará durante temporada navideña a US$ 399 para ofrecer -según la propia japonesa- “juegos imprescindibles”, los cuales se podrán disfrutar por US$ 100 menos.
Eso podría ser suficiente para que Sony gane la primera ronda. “Para los que están a la espera, US$ 100 es una gran diferencia”, manifestó Lewis Ward, director de investigación de IDC para el sector de los videojuegos.
“El antecedente histórico sugiere que el fanático promedio de las consolas no está dispuesto a pagar mucho más dinero por un producto, incluso si se trata de uno que considera genial. Esa cantidad de dinero equivale esencialmente a dos juegos”, agregó.
Las consolas de Sony y Microsoft jamás han llegado ‘al mismo tiempo’, cada firma ha venido lanzando sus productos un año antes o después de su respectivo rival. Por ello, este 2013 se convertirá en el escenario preciso en donde ambas compañías podrán medir sus fuerzas.
No obstante, de acuerdo a Suciu, incluso con los precios anunciados, es casi una conclusión inevitable que, en el momento de su lanzamiento, ambas compañías en realidad perderán dinero en cada consola vendida.
¿Por qué? Con los nuevos sistemas, ambas compañías adoptarán el modelo razor and blade, donde el hardware se vende a una ligera pérdida y las ganancias provienen de la venta del software.
Es por ello que ambas firmas han puesto especial énfasis en el software, al mostrar varios títulos únicos y exclusivos juegos de terceros de firmas editoriales clave.
En ese contexto, según el analista de la industria de los videojuegos Billy Pidgeon de BP Research, “conseguir esos juegos, incluyendo los exclusivos producidos por terceros, puede hacer la diferencia”.
Por esa razón, el propósito de cada compañía radica en convencer a los consumidores que el software de su consola es mejor que el de la competencia. Así, mientras se garantice la venta de software, se asegurará -por ende- la venta de las unidades de hardware.
Michael Pachter, director de investigación para Private Shares Group de Wedbush Securities, indica que “ambas empresas mostraron un gran software, y las ventas de consolas dependen en última instancia de eso”.
Por último, Sony seguirá apoyando la venta de juegos usados. Esto se opone frontalmente al enfoque anunciado por Microsoft, que exigiría una conexión permanente a Internet y que limitaría la forma en que los juegos usados se venden. Este punto podría darle una ventaja inicial a Sony, pero ¿será garantía suficiente asegurarle éxito en ventas?