Un globo de aire envía una señal de internet a una casa perdida en el medio de la frontera de Brasil con Ecuador. Un dron vuela por el cielo de Valparaíso para captar rincones poco vistos. Una casa inteligente alerta a su dueño que una ventana quedó abierta. Un auto recorre la carretera con su conductor durmiendo. Un robot con forma de perro le lleva el almuerzo al colegio a un niño que lo dejó olvidado en su casa.
Situaciones que suenan a ciencia ficción, pero que están por convertirse en realidad en unos pocos años más, gracias a Google, que hace rato dejó de ser un simple motor de búsquedas, de acuerdo a un artículo del diario El Mercurio.
La apuesta va en serio. La semana pasada, en su conferencia de desarrolladores “Google I/O” dejó claro que quiere ser omnipresente en el mundo de la tecnología personal. No solo teléfonos, relojes o anteojos inteligentes. Google también mostró televisores y autos.
Pero hay otros proyectos que aunque son menos llamativos, entregan luces de sus planes para un mundo más conectado. Los especialistas ya vaticinan que los de Mountain View entregarán internet gratuito en el proyecto a través de Project Loon, que estará listo en 2015.
Se trata de cientos de globos que darán la vuelta al mundo en 22 días y que serán capaces de proveer una conexión a internet de 22 MB por segundo a una antena en tierra y 5 MB a un teléfono móvil.
Estarán posicionados en el cielo, más arriba que los aviones, para evitar las inclemencias del tiempo. Recién la semana pasada, Google realizó pruebas en Brasil para transmitir señal 4G.
“Google planea recoger la máxima información posible y hacerla útil y accesible; para eso necesitaba que todo el mundo esté conectado a la red”, dice Jorge Villalón, profesor de la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la Universidad Adolfo Ibañez.
Según El Mercurio, otra pista de sus planes la da la reciente adquisición de Dropcam, un sistema de cámaras para monitorear el hogar a distancia. A ella se suma Nest, fabricante de termostatos. Todo eso requeriría una potente conexión a la web y es ahí donde entra Loon.
“Debe ser capaz de mover todos esos datos. Además, requiere que todos los objetivos se conecten a internet”, comenta Villalón. Así, cuando una persona instala un dispositivo en su casa para monitorearla, “Google estará ahí para recolectar esos datos”.
Y si se trata de captar hasta el último detalle, el rol de los satélites fabricados por Skybox toma relevancia. La empresa fue adquirida por el gigante de internet hace un par de semanas. Estos pequeños satélites, capaces de tomar cuatro fotos diarias de cualquier punto del planeta, “con el tiempo, ayudarán a mejorar el acceso al ciberespacio y la atención de desastres naturales”, declararon en Google.
Para apoyarlos en su tarea está Titan Aerospace, también una compañía propiedad de Google, especializada en aviones no tripulados con tecnología solar. Estos drones obtienen imágenes de alta resolución y se usarán para completar la información de Google Maps y Street View.
Con toda la información recopilada, los dispositivos, y hasta los robots, se adelantarían a las necesidades de las personas, según Luciano Ahumada, director de la escuela de Informática y Telecomunicaciones de la Universidad Diego Portales.
Ahí entra Boston Dynamics, la última de las ochos empresas de robótica de las que se ha adueñado Google. Aunque no hay planes para robots de uso personal, Andrés Fuentes, director del Magíster en Innovación Tecnológica y Emprendimiento (MITE), del Departamento de Industrias de la UTFSM, aventura que, en el mediano plazo, Google sorprenderá con máquinas que mejorarán la vida de las personas.
“No es difícil imaginar robots como parte de nuestro día a día, ayudándonos desde las labores más simples de la casa hasta complejas tareas como una cirugía, donde la precisión de una maquina puede ser la diferencia entre la vida y la muerte”, señala.
Para Ahumada todo apunta a mejorar las experiencias de las personas a través de la tecnología y la realidad aumentada. “Sus apuestas siempre son osadas, pero si Google no se arriesga por el futuro, no cruzarán el río”.