(Bloomberg).- Sony Corp. dio a conocer ayer dos nuevas versiones de sus consolas de juego PlayStation 4: la PS4 Pro, un poderoso dispositivo diseñado para usar juegos de realidad virtual y visualizar videos de alta calidad, y una versión más delgada y eficiente de la PS4, una mejora incremental sobre la original, que fue lanzada por primera vez en noviembre del 2013.
La PS4 Pro saldrá a la venta el 10 de noviembre por US$ 399. La PS4 costará US$ 299 (US$ 50 menos que la PS4 estándar hoy en día) y estará disponible en la mayoría de los mercados el 15 de setiembre. Los aspectos de ambos dispositivos se filtraron o fueron discutidos públicamente por Sony durante los últimos meses.
Para la mayoría de los dispositivos electrónicos de consumo, no es inusual que salgan al mercado versiones actualizadas luego de un lapso de 3 años. Pero las consolas de juegos funcionan a su propio ritmo. Siete años pasaron entre la salida de la PlayStation 3 y la de la PS4, la última consola de Sony.
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— PlayStation (@PlayStation) 7 de septiembre de 2016
Los dispositivos dados a conocer el miércoles técnicamente no cuentan como de nueva generación –la prensa de videojuegos se ha referido regularmente a la PS4 Pro como un tipo de PS cuatro y medio–. Pero sí marcan un cambio notable hacia una estrategia de actualizaciones más frecuentes, destinada a que la gente tenga que comprar una nueva consola más de una o dos veces por década.
“Estamos ajustando y acelerando nuestro ritmo de innovación”, dijo Andrew House, máximo responsable ejecutivo de Sony Interactive Entertainment.
Microsoft Corp., el principal rival de Sony en el negocio de los videojuegos, está tomando un enfoque similar. Ya vende una versión más potente y delgada de la Xbox One, llamada Xbox One S. En la conferencia de juegos E3 en junio, Microsoft anunció planes para una mayor actualización, a la que actualmente llama Project Scorpio.
And here are a few of the lighter, slimmer standard PS4. pic.twitter.com/10QKZ01I9i
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Los detalles siguen siendo escasos – parece que Xbox adelantó el anuncio para minimizar anuncios similares de Sony–. Pero Microsoft dice que saldrá a la venta a finales del 2017, y que cuando lo haga será más poderosa que cualquier otra consola en el mercado.
Hay un par de factores que impulsan el cambio hacia actualizaciones más frecuentes. Las consolas de juegos son una rareza entre los dispositivos. No muchos otros productos pueden ser clasificados como dispositivos necesarios incluso luego de que se encuentren obsoletos por seis años. Mientras tanto, una gama de otras opciones para jugar videojuegos –desde potentes computadoras personales hasta smartphones baratos– se actualizan mucho más frecuentemente. Las consolas viejas corren el riesgo de parecer poco potentes en comparación.
En el pasado, luego de estar una consola en el mercado por varios años, la eficiencia de la cadena de producción y el rápido progreso de la tecnología de chips de computadora –conocido como la Ley Moore– permitieron a Sony y a Microsoft reducir dramáticamente el precio de los dispositivos con el tiempo. Pero Sony y Microsoft no pueden depender de que el progreso continúe a ese ritmo, de acuerdo a Damian Thong y Ansel Laudo de Macquarie. En particular, los grandes avances en tecnología de chips son cada vez más costosos.
En última instancia, la principal amenaza tanto para la PlayStation como para la Xbox es que los consumidores dejen de ver la necesidad de tener un dispositivo solamente para jugar. En la competencia entre las dos, Sony supera sólidamente a su principal rival. Ha vendido 43.4 millones de consolas PS4 a nivel mundial, en comparación con 22.3 millones para la Xbox One, de acuerdo a VGChartz, un sitio web del sector. Sony espera vender unos 20 millones de PS4 en los 12 meses que finalizan el próximo marzo. Los analistas prevén que un cuarto de esas ventas sean de la PS4 Pro.